Como llovía no podían trabajar en la finca. Fue entonces que tres trabajadores rurales de la “Finca Karlen”, según surge de informes a los que accedió Salta/12, quisieron ir a tomar un transporte que los acerque a sus viviendas. En el camino quisieron cruzar un arroyo y las aguas arrastraron a dos de los tres trabajadores. Uno logró salir, pero no fue el caso de Walter Domínguez de 36 años, padre de seis hijos.
El cuerpo de Dominguez fue hallado el miércoles al mediodía a unos 5 kilómetros del lugar en donde se inició la búsqueda, mas precisamente en el camino vecinal del paraje Corralito, encima de un ramal sobre el mismo arroyo.
El paraje Corralito se encuentra en la jurisdicción de General Ballivián, uno de los municipios del departamento San Martín. En la zona se encuentran algunas fincas de propiedad Daniel Darío Karlen. Junto a Juan José Karlen, ambos habían sido imputados por haber desmontado de manera ilegal más de 11 mil hectáreas en otra finca ubicada cerca del límite entre los Departamentos de San Martín y Rivadavia. La justicia al considerar que solo Juan José era titular de las tierras, se lo condenó a reforestar el desmonte.
Sin embargo la deforestación de las fincas (de los Karlen y otros grandes empresarios agrícolas) en la zona no es novedad. Algunas comunidades, como la de Pozo Pajarito a la que se quiso desalojar de la finca Karlen (según la notificación policial de 2020) viven literalmente en una “isla de monte”.
Quienes conocen la zona y su condición actual, tras los desmontes allí acontecidos, sostienen que los cauces dentro de las fincas “se fueron formando con los años por la erosión, y llevan toda el agua de las lluvias de la serranía hacia el Chaco”. No solo la deforestación es mencionada como causante de estas formaciones en los suelos , sino también las canalizaciones que realizaron los finqueros para poder desagotar sus campos cuando se inundaban.
Para Luis María de la Cruz, de la Fundación para la Gestión e Investigación Regional (FUNGIR), la erosión produjo que algunas zanjas queden con mucha profundidad. “Es tremendo como la erosión transformó la geografía de la región”, indicó consultado por Salta/12.
Laurentina Nicasio, una joven referente del Pueblo Wichi en Ballivián, también comentó las peripecias que atraviesan las comunidades cuando los caminos se anegan con las lluvias, el arrastre de las aguas o la erosión de la tierra y caminos. “El año pasado en estas fechas perdimos a una señora que falleció cuando esperaba llegar al Hospital”, para la atención médica. En ese caso no podía ingresar la ambulancia. La mujer falleció y solo 24 horas después, según contó Nicasio, el vehículo pudo llegar al lugar. Recordó a quienes alguna vez tras ser desalojados (por la disputa de tierras que hay con los empresarios que desmontan en la zona), quedaron con sus cosas a la intemperie y todo fue arrastrado por las aguas: “Es una zona donde las fincas hacen canalizaciones y además de no haber posibilidad de transitarlas, hay alambrados por todos lados”, describió.
Mientras, el problema de las aguas y el arrastre en la zona, que esta vez se cobró la vida de un trabajador, muchas veces involucra la necesidad de vuelos sanitarios o de asistencia para llevar a las comunidades las mercaderías a fin de subsistir en medio del aislamiento de las aguas.