Una de las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania ha sido la disparada de los ya elevados precios de los commodities a nivel global. Esta situación nos obliga a actuar con rapidez y de forma integral para contener el costo de la canasta básica alimentaria, que viene siendo uno de los problemas más importantes para la vida cotidiana de nuestro pueblo en los últimos años.
El Gobierno viene impulsando una serie de políticas que buscan desvincular el precio internacional del mercado interno, y programas como +Precios Cuidados o el acuerdo para la venta de distintos cortes de carne a precios bajos, que ayudan a fijar referencias en las góndolas. Está claro que necesitamos un cambio muy profundo en la producción y comercialización de alimentos, por medio de un plan integral que garantice el acceso a la canasta sana y de calidad, con carnes, lácteos, frutas y verduras. El derecho a la alimentación es un derecho humano primerísimo; y debe ser una política de Estado, con consenso mayoritario. Es una de esas causas que deben quedar fuera de las chicanas, los títulos fáciles y la competencia electoral.
Uno de los objetivos centrales que debemos plantearnos es la ampliación de la oferta de alimentos, en cantidad y calidad, apoyando a las MiPyMEs y a productores de la agricultura familiar, el cooperativismo, la economía social y el movimiento campesino e indígena.
En esa línea, uno de los ejes prioritarios es acortar el circuito de comercialización, por medio de mecanismos que fomentan la venta directa de productores a consumidores y logren bajar los costos de logística y almacenamiento. Con esa meta, estamos avanzando en un proyecto de ley de fortalecimiento y generación de Mercados Alimentarios de Cercanía (MAC). Apuntamos a presentarlo en los próximos días y estará abierto a aportes de actores de los tres niveles estatales, las cooperativas, MiPyMEs y el sector académico. Queremos fortalecer y expandir experiencias previas, como Mercados Bonaerenses, las ferias francas de Misiones o los mercados populares itinerantes y las ferias que vienen llevando adelante distintos gobiernos municipales y redes de cooperativas, con el objetivo de masificar su alcance a los sectores populares y las clases medias, y federalizar su llegada a todo el país.
Los MAC son aquellos espacios de venta directa de productores a consumidores, con precios justos y sin especulaciones financieras; y que, a la vez, brinden servicios de acopio, refrigeración, abastecimiento y comercialización mayorista a nivel local y regional, siempre siguiendo los criterios normativos definidos por las autoridades municipales y provinciales. Pueden tratarse de mercados constituidos y gestionados exclusivamente por los estados provinciales o municipales; de carácter mixto público-privado; o gestionados por federaciones, cooperativas y comercializadoras de la economía social y la agricultura campesina e indígena.
El proyecto contempla la descentralización de fondos del Estado nacional a gobiernos provinciales y municipales para la constitución, equipamiento y funcionamiento de los MAC; la implementación de líneas de créditos específicas a tasa bonificada con garantía pública; el establecimiento de beneficios impositivos, laborales y crediticios; una estrategia nacional de infraestructura y de servicios para estos MAC; y la firma de convenios para la transferencia de bienes del Estado a gobiernos provinciales y municipales para la constitución y el funcionamiento de estos mercados. Un punto clave es la creación de un Fideicomiso para la Promoción de Mercados Alimentarios de Cercanía, con el objeto de financiar en forma complementaria estos espacios, con aportes públicos y privados.
Con este proyecto nos proponemos a contribuir a garantizar el acceso a productos de la Canasta Básica Alimentaria a precios justos para toda la población; inyectar fondos a las políticas públicas de gobiernos provinciales y municipales; y fortalecer a productores de alimentos de todo el país.
No es tan solo una política para garantizar el acceso a un derecho humano básico, sino también la posibilidad de poner en marcha un gran plan de estímulo a la producción y el trabajo en el sector alimenticio, promoviendo el desarrollo regional y local, e impulsando el arraigo en las comunidades periurbanas y rurales. Estamos convencidos de que comprar y vender más cerca, significa menores costos, y precios más justos.
*Diputado nacional por el Frente de Todos.