Con las notables actuaciones de Lionel Messi como asistente y de Kylian Mbappé como goleador, París Saint Germain derrotó 3 a 1 a Saint Etienne y estiró a 16 puntos, la ventaja sobre Niza y Olympique de Marsella en la punta de la Ligue 1 de Francia. Messi asistió a Mbappé en sus dos conquistas. En la primera, a los 42 minutos de la etapa inicial, le puso un pase milimétrico para que el astro francés empatara el partido. A los dos del segundo tiempo, atrajo la marca de la defensa y volvió a servir a Mbappé para que anotara el 2 a 1. El portugués Danilo Pereira, tras un centro de tres dedos del crack galo, marcó de cabeza el tercer y definitivo gol del PSG.
El equipo de las estrellas, que también arrancó con Neymar como titular y con Angel Di María y Mauro Icardi en el banco (lo dos ingresaron en el segundo tiempo), había empezado perdiendo 1 a 0 con un gol del gabonés Denis Bouanga a los 16 minutos del primer tiempo. Pero en medio de la inquietud y los murmullos del público, aparecieron los cracks para dar vuelta el partido y lograr un nuevo triunfo. Daría la impresión de que Messi va a consolidándose en un nuevo rol de armador y preparador de juego, sin tanto gol como el que acostumbraba a tener, dejándole a Mbappé la función de definidor.
Con 14 goles, Mbappé es uno de los goleadores de la Liga francesa y Messi no figura entre los primeros diez, aunque es cierto que estuvo ausente en varios partidos. El título de campeón de Francia parece una cuestión de tiempo para PSG. Lo que verdaderamente definirá el éxito o el fracaso de la temporada será el avance del equipo en la Champions League. Mucho más ahora que la final se jugará en París. Con Messi y Mbappé afilados, cualquier sueño es posible.