El gobierno nacional volvió a pedir a Rusia el "cese inmediato del uso de la fuerza" en Ucrania, condenó "la invasión" a ese país así como "las operaciones militares en su territorio", y reivindicó el camino de "la diplomacia" para resolver los conflictos. "El mundo no soporta más sufrimiento ni debe tolerar más muertos; la paz es urgente", fue el mensaje que llevó el canciller Santiago Cafiero a la reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolló ayer en la ciudad suiza de Ginebra, presidida por el diplomático argentino Federico Villegas.
"La Argentina reitera a la Federación de Rusia que cese inmediatamente en el uso de la fuerza y condena la invasión a Ucrania así como las operaciones militares en su territorio", expresó Cafiero en la 49ª sesión del organismo de la ONU, que coincidió con el inicio de un diálogo de representantes ucranianos y rusos en la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. En ese marco, el canciller planteó que "el diálogo debe comenzar ya" y --tras sostener que "las guerras preventivas son condenables porque no son lícitas"-- remarcó que "para discutir está la diplomacia".
"En medio de la angustia por el conflicto en el corazón de Europa, quería comenzar transmitiendo este mensaje del pueblo argentino, que por sufrimiento propio abraza el más absoluto de los derechos humanos: el derecho a la vida", indicó Cafiero en el comienzo de su discurso. “Creo en estas horas de dolor e incertidumbre que debemos apegarnos a la preservación de la vida como el más supremo de los derechos humanos”, insistió el canciller, al tiempo que se preguntó: “¿Cuál es la primera víctima en la guerra? ¿La verdad o la vida? ¿La verdad o los seres humanos?”.
También sostuvo que el Estado argentino hacía suyas las palabras sobre el conflicto del líder de la Iglesia Católica, el papa Francisco, en el sentido de "salvar al mundo de la locura y los horrores de la guerra".
En otro tramo del mensaje, el canciller repudió la irrupción en territorio ucraniano de las tropas enviadas por el Kremlin al insistir con que "no es legítimo recurrir al uso de la fuerza y violar la integridad territorial de otro Estado como forma de resolver un conflicto". “La tragedia que vemos hoy en Ucrania nos confirma que no hay seguridad internacional con escaladas, provengan del país que provengan. La lógica de la escalada surge de una dinámica peligrosa. Su corazón es la amenaza. No construye. Destruye”, insistió el titular del Palacio San Martín.
“La comunidad internacional no tiene derecho a condenar la preocupación de ningún Estado sobre su seguridad. Tampoco eventuales denuncias por el supuesto incumplimiento de acuerdos preexistentes. Toda preocupación es legítima, y en todo caso será materia discutible en una mesa de negociaciones o en el foro pertinente”, destacó el canciller en referencia a la controversia entre Rusia y la OTAN y puntualizó: “Lo que no es legítimo es recurrir al uso de la fuerza y violar la integridad territorial de otro Estado como forma de resolver un conflicto”.
Cafiero repasó también la tradición del país en materia de derechos humanos y su opción por el multilateralismo como principio rector de las relaciones internacionales.
"El multilateralismo es para la Argentina su ámbito natural de ejercicio diplomático. Reiteramos nuestro compromiso con la negociación y el diálogo como forma de convivencia internacional", remarcó.
“La paz es un horizonte posible. Vengo de una Sudamérica que se caracteriza por un enorme capital en este mundo de incertidumbres: es zona de paz. De paz duradera”, remarcó Cafiero. “Hoy es uno de esos momentos de la historia en que estos objetivos se ponen dramáticamente a prueba. Nos convocan nada menos que la preservación de la paz y la vida”, finalizó el canciller.
El ministro agradeció a los países el apoyo y el voto de confianza que depositaron en la Argentina para presidir el Consejo de Derechos Humanos. El funcionario se refirió entonces a la historia argentina, recorrió la "última experiencia del terrorismo de Estado", y señaló que la Argentina "aprendió a ser humanista con sangre". "Estamos enormemente satisfechos de haber alcanzado una democracia sin duda perfectible, pero estable. En mi país tenemos memoria. Ahí está, para recordarnos el pasado negro de la dictadura, el edificio de la ESMA. Queremos que ese sitio sea patrimonio cultural de la Humanidad", afirmó.