Emilio Ellena parecía inmenso. No lo era, pero dejaba esa impresión. El optimismo que lo animaba y su infatigable energía aplicada a la difusión del arte del grabado, alentada por la buena recepción que tuvo y por la generosidad de grandes artistas, lo sostuvieron en su memorable proyecto: estampar, a lo largo de nueve años (entre 1958 y 1967), 50 carpetas de grabadores argentinos en ediciones de 50 copias originales firmadas.
"Hubo que cortar y troquelar manualmente 2500 tapas, larga empresa que en gran parte hice personalmente, el número de grabados que se reúnen es 438... debieron existir 21.900 copias correctas. Algunas de las maderas, tacos muy irregulares, hubo que imprimirlas con cuchara. Quien conozca la técnica del aguafuerte sabe lo complejo que es obtener una buena copia... En el todo, una labor que hoy se me hace difícil pensar. Su significación o la carencia de ella, debe ser estudiada por otros. En cuanto a mí, fundamental la alegría que me dio hacerla... derivaron de este hacer verdaderas, permanentes amistades. Ciertamente, valió la pena". Con estas palabras de Ellena, fechadas en Santiago de Chile hace 23 años, se cierra el libro de Silvia Dolinko que se presenta mañana a las 18.30 en el Museo Histórico Provincial "Dr. Julio Marc" (Av. del Museo, Parque Independencia).
Carpetas Ellena. Estampas y afectos de un editor está dedicado a la figura y labor editorial de Emilio Ellena (1934-2011), entrañable personaje que imaginó una historia del grabado argentino y la plasmó en impecables carpetas.
"Rosario fue base tanto para el surgimiento y desarrollo de esas ediciones como para la propia vida de su gestor. Nacido allí en 1934, el matemático y profesor universitario Ellena inició en la ciudad su vocación de coleccionista y de editor, que sostuvo por más de medio siglo", escribe Dolinko. "Las Ediciones Ellena tuvieron como centro de producción y de impulso la ciudad de Rosario. Los artistas de las primeras carpetas fueron rosarinos, las primeras suscripciones provinieron de coleccionistas rosarinos".
Ellena conoce el arte en el Cine Club a través del cine futurista y expresionista; fascinado por el Museo Castagnino, descubre en la librería Austral el grabado alemán y tiene un encuentro decisivo en el café Savoy, cuando Isabel Larguía y Vicente Pastor le presentan a Gambartes. "La idea de un arte multiejemplar, que tanto iba con mi sentido de participación y solidaridad... me pareció excelente", recuerda en 1999. Las dos pasiones de Ellena, el cine y el grabado, convergen en el concepto de proyección como gráfica expandida, que Dolinko (experta en grabado argentino) desarrolla en otro proyecto.
Publicado por Iván Rosado en 2021, el libro incluye el citado ensayo de Silvia Dolinko sobre Ellena y los aspectos de su trabajo; el citado texto del editor que acompañó la exposición de 1999 en el Museo del Grabado y en donde relata carpeta a carpeta aquella producción que se iba entramando en la red afectiva con notables artistas, y el catálogo completo de las 50 carpetas y las 438 obras. Ilustrado con fotos de archivo y con reproducciones de algunos de los grabados que componen esta colección gráfica, el volumen expresa con sutileza en su diseño de tapa la tensión entre el paso del tiempo y la vigencia de aquel arte moderno. La elección tipográfica para el título mantiene el estilo sans serif de las carpetas, mientras que el tono amarillento del fondo exuda un aroma de años transcurridos. Aquel país era otro, su modernismo resonaba en un proyecto desarrollista y los lenguajes gráficos estaban en plena transformación.
Pasado mañana, de 17 a 20, acompañando el libro, se inaugura una exposición de grabados provenientes de las Carpetas Ellena (1958-1967) en editorial Ivan Rosado (Córdoba 2600, pedir dirección por privado a @ed.ivanrosado en Facebook o @editorial_ivan_rosado en Instagram), con obras de Minturn Zerva, Mele Bruniard, Ricardo Supisiche, Batlle Planas, José Planas Casas, Víctor Rebuffo, Juan Berlengieri, María Rocchi, Juan Grela, Pompeyo Audivert, Gustavo Cochet, Carlos Giambiagi y material documental. Se podrá visitar los jueves por la tarde hasta el 20 de marzo.
A partir de un dibujo de Juan Grela fechado en 1962, titulado "Autorretrato con Aid y nuestros amigos de ediciones Ellena", Dolinko reconstruye una trama de afinidades. Además de Grela y su pareja Aid Herrera, están retratados el editor y su madre, doña Anita, y la entonces joven artista Mele Bruniard junto a los maestros Santiago Minturn Zerva, Gustavo Cochet y Leónidas Gambartes. Las ediciones Ellena tuvieron, como reconoce Dolinko, un rol fundamental en la construcción de "un linaje gráfico" regional.
El proyecto fue expandiéndose hacia otros polos nacionales y a las firmas mencionadas se sumaron las de César Miranda, Mario Cecconi, Américo Balán, Lino E. Spilimbergo, Laico Bou, Abraham Vigo, Ana María Moncalvo, Fernando López Anaya, Sergio Sergi, Carlos Filevich, Agustín Zapata Gollán, Daniel Zelaya, Raúl Soldi, Juan C. Stekelman, Alfredo De Vincenzo, Juan Antonio y Luis Seoane. La colección, cuenta Dolinko, "reunió artistas referentes y emergentes, tradicionales y experimentales", vivos y fallecidos.
Silvia Dolinko es doctora en Historia del Arte por la UBA, investigadora del Conicet, docente de Metodología de la Investigación en la carrera de Artes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, profesora de Arte argentino y americano del siglo XX en la Maestría en Historia del Arte del IDAES-UNSAM y coordinadora de su Núcleo de Historia del Arte y Cultura Visual. Autora de Arte plural. El grabado entre la tradición y la experimentación 1955-1973 , editora deTravesías de la imagen. Historias de las artes visuales en la Argentina y curadora externa deTransformación: la gráfica en desborde (muestra reciente en el Museo Nacional del Grabado en Buenos Aires), ha participado en destacados proyectos curatoriales vinculados al grabado de Rosario y Santa Fe.