El proyecto de Ley de Humedales vuelve al ruedo legislativo. Los y las diputadas que habían consensuado el dictamen que luego naufragó en la comisión de Agricultura y Ganadería volverán a presentarlo hoy en la Cámara baja. Se trata de una legislación que le da entidad y derecho de preservación a estos ecosistemas amenazados por actividades productivas que esta norma pretende ponerle límites y regulación estatal.

El diputado nacional por Santa Fe Eduardo Toniolli, dijo que esta vez la expectativa de sacar la ley es mayor, porque la composición de la Cámara cambió en diciembre, y porque el ecocidio en los esteros del Iberá han puesto de relieve con crudeza la necesidad de esta norma. "Es un buen punto de partida para retomar el debate. Hechos como los de Corrientes han impactado en la conciencia colectiva y amerita volver a instalar este dictamen en la agenda legislativa", dijo. 

Toniolli integra el grupo de diputados que reingresará el proyecto, encabezados por el titular de la comisión de Ambiente, el bonaerense Leonardo Grosso (FdT), en la apertura de sesiones ordinarias. Este legislador ha definido la causa como "una deuda que el Congreso tiene con el ambientalismo y con nuestros ecosistemas: garantizar protección ante la agresión que vienen sufriendo hace años".

Toniolli explicó que el texto, de 25 páginas, "es el dictamen que resultó del acuerdo entre las distintas fuerzas políticas que conformaban la comisión en 2020. Fue acompañado y elaborado en conjunto por científicos, investigadores, organizaciones y comunidades socioambientales. Viene con un sólido consenso".

El proyecto establece por primera vez la caracterización del humedal como ecosistema específico y los estándares a tener en cuenta para su preservación y la de las especies que lo habitan. "No es un texto prohibicionista. La ley no prohíbe ni impide aquello que no destruye los humedales, sólo establece límites con criterios científicos probados", aclaró Toniolli. 

En efecto, la propuesta contempla actividades productivas, pero acotadas dentro de parámetros de sustentabilidad ecológica. "Uso racional y sostenible, restauración ecológica", son conceptos que nutren el proyecto de ley que hoy volverá a la agenda parlamentaria. 

El texto enumera los argumentos del humedal: como fuente de agua dulce, filtrado y retención de nutrientes y contaminantes, provisión de alimentos, madera, medicinas, fibras, efecto amortiguador de inundaciones, disminución de la erosión hídrica, polinización, estabilización de costas y riberas, reserva de carbono, regulador de plagas y enfermedades, formador de suelos y materia orgánica.

El Ejecutivo nacional enviaría otro proyecto similar. Pero el que será presentado es la síntesis de una decena de iniciativas de diversos sectores políticos. Se cocinó durante sucesivas reuniones con expositores de 18 provincias, otros internacionales, asesores del mundo científico, y la movilización popular que la demanda y la resume en unas 700 mil firmas de aval. "Es un buen punto de partido para reiniciar el debate", valoró el legislador rosarino del Frente de Todos.

En su extenso articulado, el proyecto define lo que es un humedal, su función clave en la salud del medio ambiente, y por lo tanto señala y evita prácticas reñidas con su cuidado ambiental. Las quemas intencionales en las islas entrerrianas, y los últimos incendios en Corrientes dan cuenta de ello.

La iniciativa incorpora al humedal como categoría en el ordenamiento ambiental del territorio, establece funciones del Estado nacional y le confiere poder de policía para todo uso humano de esos ecosistemas. 

"El dictamen fue a parar a la comisión de Agricultura y Ganadería, y por más consenso que tenía y la demanda social latente, hay algunos lobbies que indudablemente ejercen presión para que la ley no salga. Hay actividades como la ganadería industrial que requiere de límites. Hemos visto en estos años incendios intencionales que han derivado de este escenario de crisis", expuso Toniolli.