El senador nacional por Santa Fe, Marcelo Lewandowski, presentó un proyecto en el Senado de la Nación en el cual le solicita al Poder Ejecutivo Nacional que considere la prórroga por ciento ochenta días corridos del Decreto 482/2021 que declaró el “Estado de Emergencia Hídrica” en aquellos sectores del territorio abarcado por la región de la Cuenca del Río Paraná. Lewandowski fundamentó en el texto del proyecto que el río Paraná está atravesando desde marzo de 2021 la peor bajante en años con una reducción abrupta y prolongada del caudal de agua que comenzó a mediados del año 2019, antes de la pandemia de covid-19, y que desde ese momento inició un proceso progresivo de pérdida de agua, reduciendo la disponibilidad de ese recurso en la región.
La bajante del Paraná está teniendo un fuerte impacto en la vida ambiental, económica, productiva y social de las localidades ribereñas afectando directamente el abastecimiento de agua para consumo humano, los procesos de potabilización del agua urbana, la generación de energía, la navegación y la logística del tráfico comercial argumentó el senador nacional.
Lewandowski consideró “necesaria y urgente” la presentación la prórroga del Estado de Emergencia Hídrica para preservar la continuidad de las actividades productivas, la conservación de los puestos de trabajo de los sectores afectados y mitigar los daños producidos.
El legislador nacional sostuvo que la bajante está afectando sensiblemente la industria pesquera. A raíz de la bajante, en la Provincia de Santa Fe, la veda para la pesca comercial se extiende a cuatro días de la semana. Según el Ministerio de Ambiente santafesino hay 4.020 familias que dependen de la pesca y unas 1.628 son pescadores artesanales.
Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario en 2020 circularon por el Paraná el 37 por ciento de las exportaciones agrarias del país. En tanto, durante el 2021 la participación de los puertos del Gran Rosario en los embarques totales de granos, aceites y subproductos argentinos cayó a su menor porcentaje en casi un cuarto de siglo, como consecuencia del nivel del agua del río Paraná que resintió gravemente los despachos. Prueba de ello es que los embarques desde las terminales que se encuentran entre Arroyo Seco y Timbúes disminuyeron 225.000 toneladas en comparación con el año anterior.