* Es verdad que el presidente de la Federación Polaca de Fútbol le pedirá a la FIFA no jugar el repechaje europeo al Mundial de Qatar 2022 contra Rusia, el próximo 24 de marzo. Lo que no es cierto es que Vladimir Putin sugirió que el partido entre ambas selecciones se juegue en Ucrania, y que en caso de empate la definición no se haga por penales sino por misiles.
* Es completamente cierto que en el partido entre Independiente y Boca que terminó empatado 2-2 el pasado sábado el agua fue la protagonista de la noche, ya que se jugó en medio de un diluvio y la tormenta fue constante durante casi todo el encuentro. Lo que no es verdad es que los jugadores salieron al campo de juego con chalecos salvavidas, y que junto a los clásicos banderines de los corners, se instalaron banderas de “mar peligroso”.
* Está comprobado que el fútbol y el carnaval siempre estuvieron unidos: que instrumentos como el redoblante, el tamboril, el pito y el bombo se escuchan tanto en las canchas como en los corsódromos. Y que los papelitos y rollos de máquina que arrojan los hinchas son un calco del papel picado y las serpentinas carnavaleras. Pero no por eso podemos dar fe que al entrenador Marcelo Bielsa lo echaron del Leeds United por culpa del carnaval. No nos consta que los dirigentes del club inglés dijeron que el equipo es una murga, Bielsa un careta, y que cuando le pidieron una explicación ante las reiteradas goleadas en contra que sufrió el Leeds en esta temporada de la Premier League, Bielsa no supo de qué disfrazarse.
* Está recontra chequeado que el boxeador argentino Fernando “El Puma" Martínez tuvo el sábado una noche memorable en Las Vegas, ya que derrotó por decisión unánime al boxeador filipino Jerwin Ancajas y se adueñó del cinturón supermosca de la Federación Internacional de Boxeo en lo que, se dice, fue una velada electrizante. Lo que no está para nada confirmado es que al filipino el rostro le quedó más desordenado que cuarto de adolescente. Que sus labios le quedaron tan hinchados que ahora parece Mick Jaegger después de chupar un kilo de naranjas. Y que para que la cara de Ancajas vuelva a quedar igual que la foto del DNI, tendrá que meter el DNI en el lavarropas.