El presidente Alberto Fernández anunció este martes que China aceptó formalmente el pedido del gobierno argentino de ampliación del swap de monedas para fortalecer las reservas internacionales y colaborar con la estabilidad cambiaria. El mandatario lo dijo en la apertura de las sesiones legislativas. La suma de yuanes negociados es equivalente a unos 3 mil millones de dólares y permite reforzar el stock de divisas en el Banco Central.
"Puedo anunciarles hoy que ayer (por el lunes) he recibido la confirmación del gobierno chino de que han accedido a nuestro pedido de ampliación y uso del swap en función de lo expresado en la declaración conjunta que firmáramos en mi visita oficial a Beijing”, indicó Fernández. Es una medida que va en la línea con la consolidación de la sustentabilidad financiera, al igual que ocurre con el acuerdo con el FMI.
El presidente ratificó que esta decisión de ampliar el swap por el equivalente a 3 mil millones de dólares se dio en medio del trabajo que lleva adelante la Argentina en el marco multilateral, con el objetivo, según el mandatario, de logar una integración que potencie nuestras posibilidades productivas y fortalezca la estabilidad de nuestra economía
"China siempre nos ha apoyado en los momentos difíciles, y confiamos en que pronto tendremos la autorización técnica correspondiente. Con ello también fortaleceremos la estabilidad cambiaria", planteó el jefe del Estado. La ampliación del swap fue uno de los temas abordados por el presidente a principios de febrero pasado durante la visita que realizó a China.
Swap potenciado
Previo a la oficialización de la ampliación de este martes el volumen del Swap existente entre el Banco Central y el Banco de la República Popular de China era de 130.000 millones de yuanes, equivalentes a unos 18.700 millones de dólares. Una vez que se efectivice la ampliación, el monto total sumará 21.700 millones.
El swap con China no tiene costo mientras se encuentre inactivo, pero de todas formas queda contabilizado dentro de las reservas internacionales y está disponible para ser utilizado inmediatamente ante tensiones en el frente externo. Cuando eventualmente se utiliza, el swap está pactado de acuerdo con la tasa interbancaria de Shanghái, la Shibor, que actualmente roza un nivel del 6 por ciento anual.
Esta relación con China no es actual sino que comenzó en 2011. Ese año se suscribió la primera ronda del swap con el gigante asiático, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta. En ese momento fue por el equivalente a 10.200 millones de dólares y tenía una duración de 3 años con posibilidad de renovación.
Esa extensión se concretó en 2014, y se pactó por 11.000 millones de dólares. Luego volvió a realizarse en 2018 por una cifra idéntica y se amplió en 2020 a 18.700 millones. Se trata de una estrategia clave de la Argentina para reforzar el nivel de las reservas internacionales, y es un complemento de los Derechos Especiales de Giro que reparte el Fondo Monetario Intencional. El objetivo es dotar de poder de fuego al equipo económico para enfrentar tensiones cambiarias al mismo tiempo que se desactivan expectativas de devaluación.
Uno de los propósitos del nuevo swap es remover los obstáculos burocráticos que dificultan al sector privado facturar y cobrar en sus monedas de origen. El déficit comercial con China fue de más de siete mil millones de dólares en 2021. La idea es que un importe equivalente a la mitad de ese monto se canalice por esos instrumentos sin pasar por dólares.