En el sexto día de la guerra contra Ucrania, Rusia bombardeó varias ciudades y reforzó sus tropas cerca de la capital, donde una kilométrica columna de vehículos blindados y artillería rusos espera la orden de ataque. Las tropas rusas atacaron este martes la torre de televisión de Kiev provocando la muerte de cinco personas, y bombardearon la ciudad de Jarkov dejando un saldo de 18 muertos según los servicios de emergencia ucranianos. Estos ataques hicieron evidente que se intensifica la ofensiva pese al constante refuerzo de las sanciones occidentales contra Moscú.
En vivo. Rusia - Ucrania: cómo sigue el conflicto, minuto a minuto
Muy lejos de una desescalada, el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, advirtió que su país continuará la "operación especial" iniciada en Ucrania el 24 de febrero hasta que "alcance sus objetivos". Ya el lunes el presidente Vladimir Putin había dejado claro que solo detendría la invasión si se toman en cuenta los "legítimos intereses de Rusia en materia de seguridad, incluyendo su soberanía de Crimea", península ucraniana anexionada en 2014, así como la "desmilitarización y desnazificacion" de Ucrania y un estatus neutral de ese país con respecto a la OTAN.
18 muertos en Jarkov
El día fue especialmente duro para los ucranianos en Jarkov, ciudad ubicada a escasos kilómetros de la frontera rusa, donde los ataques dejaron al menos 18 muertos y más de 26 heridos en bombardeos contra la sede de la administración regional y un edificio de viviendas. Desde temprano, los proyectiles impactaron los edificios gubernamentales ubicados en la plaza principal de esta ciudad, denunció el gobernador regional, Oleg Sinegubov, quien calificó el ataque como "criminal".
Ataque a una torre de televisión en Kiev
En Kiev un ataque impactó en la torre de televisión local y dejó cinco muertos y cinco heridos, además de afectar un memorial que recuerda la matanza de miles de judíos por el nazismo. "Advertimos a los ciudadanos ucranianos, utilizados por los nacionalistas ucranianos para llevar a cabo provocaciones contra Rusia, así como a los residentes de Kiev que viven cerca de los nudos de retransmisión, para que abandonen sus hogares", había dicho el ministerio de Defensa ruso previo al bombardeo, bajo la justificación de "detener los ataques informáticos contra Rusia".
La capital ucraniana amaneció cubierta por un manto de nieve. Aunque las sirenas antiaéreas no dejaron de sonar, fueron los copos de nieve los que cubrieron el cielo de Kiev. Apenas algún supermercado levantó la persiana, se acercaron a sus puertas decenas de personas. Otros comercios no pudieron abrir ya que fueron asaltados en medio de la despesperación que reina en la ciudad.
Las defensas de Kiev no bajan la guardia, especialmente ante la presencia de grupos de sabotaje, pese a que el lunes se celebró la primera ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia. "En mi barrio estamos preparando cócteles molotov. Yo me siento ucraniano y también defenderé la ciudad. No podemos permitir que un país democrático caiga ante un régimen fascista", comentaba el martes Jeff, un contador islandés que vive en Kiev desde hace once años.
Convoy gigantesco se acerca a la capital
Mientras se repetían los bombardeos en Kiev y sus alrededores, imágenes de satélite de la empresa estadounidense Maxar captaron durante la noche una columna de 64 kilómetros de vehículos y artillería rusa que se desplazaba en dirección a la capital ucraniana. La avanzada de este convoy estaba ya cerca del aeropuerto de Antonov, a unos 25 kilómetros de Kiev.
Previendo ese avance, el ejército ucraniano movió su dispositivo hacia el oeste y el norte de la ciudad, mientras milicias ucranianas erigieron improvisadas barricadas y programaron los carteles electrónicos de las rutas y autopistas para advertir a los rusos que serán "recibidos con balas". Sin embargo, una parte de los milicianos huyó junto con el multitudinario éxodo de civiles.
Avance ruso en el Donbass y el mar de Azov
Uno de los mayores logros de Rusia este martes en el frente militar se produjo en la costa del mar de Azov, al nordeste de Crimea, según el parte del ministerio de Defensa ruso. Fuerzas del territorio separatista de Donetsk "se han unido a las unidades militares de las fuerzas armadas de la Federación Rusa, que tomaron el control de las zonas ucranianas a lo largo del mar de Azov", declaró el vocero del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
"El ejército ruso llevó a cabo ataques con armas de alta precisión de largo alcance desde el mar", aseguró Konashenkov, sin dar más detalles. Como resultado de la acción combinada de las tropas rusas y las fuerzas separatistas de Donbass, el Ejército ucraniano perdió prácticamente el control de la importante ciudad portuaria de Mariupol, en el mar de Azov y perteneciente a la parte de Donetsk que hasta ahora venía controlando Ucrania.
Volnovaja, por su parte, una localidad de 20 mil habitantes ubicada a una hora de ruta al norte de Mariupol, fue "destruida" según Pavlo Kirilenko, gobernador ucraniano de la región de Donetsk. Mariupol y Volnavaja están entre el territorio que controlan los rebeldes separatistas rusoparlantes del este y la península de Crimea, que fue anexada por Moscú en 2014.
En el este, los separatistas prorrusos en el Donbass aseguraron haber tomado el control de 29 localidades dominadas hasta ahora por el ejército ucraniano, y denunciaron ataques con artillería de las fuerzas de Kiev contra la ciudad de Gorlovka, donde habrían resultado heridos 16 civiles. En el nordeste, en la región de Sumy, más de 70 militares y civiles murieron en bombardeos rusos con el sistema GRAD de lanzamientos múltiples, según Ucrania.
El final parece cada vez más lejano
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski dijo que la defensa de Kiev es la "prioridad" y calificó de "crimen de guerra" a los bombardeos en Jarkov. El ministro de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba, afirmó que el país recibirá armas que permitirán "defender nuestro Estado, vencer al agresor y expulsarlo de nuestra tierra".
La Unión Europea acordó impulsar un centro para intercambiar información sobre los pedidos de ayuda militar por parte de Ucrania y las ofertas de los Estados miembros, aunque hasta el momento no se conocen más detalles. "Tenemos miedo. Estamos sangrando. Vemos como destruyen nuestras casas, pero en realidad estamos venciendo", señaló Kuleba en un video publicado en su cuenta de Facebook.
Kiev acusó este martes a Rusia de preparar "una provocación deliberada para justificar la introducción de tropas bielorrusas" en el país vecino, con el que comparte frontera. El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, fiel aliado de Putin, reiteró que su ejército "no ha tomado parte en las hostilidades ni va a hacerlo".
Por su parte el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, aseguró que Moscú continuará su invasión en Ucrania "hasta lograr los objetivos". Según la agencia de noticias Sputnik, Shoigu advirtió que "lo esencial para nosotros es proteger a la Federación de Rusia de la amenaza bélica que van creando los países de Occidente, empeñados en usar al pueblo ucraniano en la lucha contra nuestro país".
"Quiero subrayar que los ataques van dirigidos únicamente contra instalaciones militares y se llevan a cabo exclusivamente con armas de alta precisión", declaró Shoigu, pese a que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU tiene registrados al menos 102 muertos y 304 heridos civiles desde que empezó la guerra, una cifra mucho menor a la de 352 muertos difundida por las autoridades ucranianas.
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