El exministro de Seguridad y actual diputado provincial, Maximiliano Pullaro, declaró ayer en el juicio oral contra Esteban Lindor Alvarado y seis miembros de su organización, acusados de homicidios y lavado de activos. Según el mismo relató al terminar la audiencia, fue indagado por la forma en la que tuvieron que trabajar para lograr su captura y la vinculación que tenía Alvarado con miembros de las fuerzas de seguridad.

El legislador provincial brindó su testimonio en el Centro de Justicia Penal donde los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra consultaron por su labor al frente del Ministerio de Seguridad entre 2015 y 2019. "Fundamentalmente consultaron qué fue lo que hicimos. La preocupación era cómo habíamos trabajado, centralmente porque era una organización criminal que tenía vínculos con hombres de las fuerzas de seguridad", dijo el legislador provincial.

Luego Pullaro describió la captura del jefe narco: "Tenía pedido de captura por un homicidio. Había desaparecido, no se sabía dónde estaba, hasta que nos llega una información certera por parte del jefe de las Tropas de Operaciones Especiales (Maximiliano Bertolotti)  que me llama y me informa que lo tenían detectado en función de la intervención del teléfono de Rosa Capuano (expareja de Alvarado), por lo cual mandé una misión especial a cargo de las TOE a Río Tercero y fue detenido por tres miembros de la fuerza". 

Pullaro indicó que la operación era conocida tan solo por cuatro personas para evitar filtraciones, entre las que estaba obviamente el entonces gobernador Miguel Lifschitz. Esto marcaba el nivel de encapsulamiento con el que se manejó la operación. La captura tuvo lugar el sábado 2 de febrero de 2019, instancia en la cual Alvarado arrojó su teléfono a un lago que tenía cerca. El celular pudo ser rescatado y enviado a Estados Unidos con el objetivo de desbloquearlo y avanzar en los peritajes sobre el aparato.

Cuando se le pidió una autocrítica de su gestión y el desarrollo de vínculos de hombres de las fuerzas de seguridad con asociaciones ilícitas ligadas al narcotráfico, Pullaro dijo que hace un mea culpa y asume que durante su gestión hubo errores, pero valoró principalmente otros hechos. "En una tarea como la del Ministerio de Seguridad, uno aprende en función de cómo vas llevando adelante y ejerciendo la función. También hay que destacar algunas cosas: en nuestra gestión se detuvo también a Los Monos; los Camino; los Bay; los Romero; y a (Sergio) ‘El Zurdo’ Villarroel. Eran las principales organizaciones criminales". 

"Hago el mea culpa que me pidan, indudablemente tuvimos muchas dificultades, pero dentro de ellas también tuvimos muchos aciertos", valoró. Y añadió: "Podíamos tener un montón de equivocaciones y uno cuando arranca a las seis de la mañana y se va a las diez de la noche, para las nueve de la mañana tomó 50 decisiones. Probablemente en cinco, seis o diez te equivocaste, pero tenés que tomar decisiones, corregir y trabajar".

En su relato, el ex funcionario del gobierno del Frente Progresista Cívico y Social habló sobre un extraño procedimiento que ejecutó la Prefectura Naval Argentina en zona de islas en 2019 cuando allanó una propiedad en busca de Alvarado. Pullaro reconoció que el ex policía Pablo Báncora -condenado por filtrar datos a Alvarado sobre las investigaciones que lo involucraban- se le acercó en el Centro de Justicia Penal y le relató que "llegó en lancha a dicha isla Alejandra Rodenas, (hoy vicegobernadora), su marido y un abogado particular". 

 Pullaro también resaltó que de la investigación judicial se detectó que en reiteradas oportunidades el fiscal de Buenos Aires, Patricio Ferrari, envió información a la Justicia provincial sobre Alvarado y sus vínculos criminales en Rosario pero que por alguna razón esos datos siempre quedaron estancados en el Juzgado de Instrucción en el cual se desempeñaba como jueza Rodenas, antes de entrar en la vida política.