Abuelas de Plaza de Mayo pidió penas de prisión perpetua y de entre 20 y 25 años de prisión para ocho imputados de la megacausa Campo de Mayo. Se trata de ex miembros del Ejército, la Policía Federal y la Gendarmería a quienes la querella del organismo acusa por delitos de lesa humanidad contra 46 víctimas, incluidas 14 embarazadas y nueve padres de niñas y niños apropiados. La abogada Carolina Villella, en representación de Abuelas, pidió además que se revoquen las prisiones domiciliarias y se traslade a los imputados a unidades penales.
En el juicio oral y público que se desarrolla en San Martín se investigan delitos contra 323 víctimas que pasaron por el mayor campo de concentración de la última dictadura. En el banquillo hay 22 imputados, de los cuales 12 no tienen condenas previas. Abuelas pidió penas de prisión perpetua para Santiago Riveros, Carlos Francisco Villanova y Carlos Javier Tamini; de 25 años de prisión para Carlos Eduardo José Somoza, Hugo Miguel Castaño Monje, Mario Rubén Domínguez y Bernardo Caballero; y 20 años para Luis Saadi Pepa.
“Es difícil imaginar que se puede infligir a otros seres humanos un daño mayor que el que han causado los imputados. Ya hemos relatado el calvario al que fueron sometidas las víctimas directas de estos hechos, secuestradas, privadas arbitrariamente de su libertad, torturadas, asesinadas y desaparecidas”, destacó Villella. También sus familias “fueron víctimas pues contra ellas también se dirigieron las conductas de los imputados, al negarles deliberadamente información sobre el paradero de sus seres queridos”. “Las consecuencias de este accionar aún perduran en el presente, generando una carga de dolor y angustia a los familiares que se sostiene en el tiempo”, añadió, y destacó “la gran cantidad de víctimas que no pudieron declarar por la angustia que les producen los hechos”.