La FIFA siguió los pasos del COI y se generó un efecto dominó. Rusia ha sido sacada de todas las competiciones deportivas, sus atletas castigados, su bandera y su himno vetados. En definitiva, un linchamiento planetario que llegó hasta sectores del arte y la cultura en general. Una respuesta de fuerte peso simbólico contra la invasión de Ucrania que no decidieron los deportistas y sí el gobierno de Vladimir Putin. Con esta medida se desarma por enésima vez la falacia de que la política no debe mezclarse con los Juegos Olímpicos, un Mundial de fútbol o cualquier otro torneo.
Gianni Infantino, alineado con el poder de turno (antes Trump, hoy Biden) bajó al barro de la política. La historia nos demuestra la hipocresía de estas medidas, que con otros actores no se adoptarían. Ya pasó y no hace falta remontarse en detalle a cada episodio que avergonzaría a espíritus libres de prejuicios ideológicos. Solo me permito un dato de referencia: la FIFA excluyó de la Copa del Mundo en 1950 a Alemania y Japón por ser parte del Eje con Italia en la Segunda Guerra Mundial. Pero a este último país no lo expulsó del certamen. Tampoco negó la participación de Estados Unidos que cinco años antes había arrojado dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Murieron 246 mil personas. El 90 por ciento civiles. Fue la primera y única vez – ojalá haya sido la última - que se utilizaron armas nucleares con fines bélicos en la historia de nuestra civilización.
Saltemos ahora 40 años, de 1950 a 1990. La FIFA tampoco marginó a EE.UU del Mundial de Italia que Alemania le ganó a la Argentina en la final de Roma con aquel penal inventado por el árbitro mexicano Codesal. En noviembre de 1989, otra vez Estados Unidos se había clasificado para jugar la Copa al año siguiente. Eliminó a Trinidad y Tobago. Pero un mes después, el 20 de diciembre de 1990, invadió Panamá con 26 mil marines. Al operativo lo llamó Causa Justa. Su objetivo era sacar a Manuel Noriega del gobierno, exagente de la CIA, bajo acusaciones de narcotráfico.
Todavía hoy no se conoce el saldo de víctimas mortales que arrojó el ataque a ese pequeño país indefenso. Los panameños especulan que podrían haber llegado a 4 mil los muertos. Un barrio solo, El Chorrillo, -como ahora alguno de los que son atacados en Ucrania – fue demolido a bombazos. El 10 de junio de 1990 la selección de EE.UU debutó con la de Checoslovaquia con goleada incluida en contra (5 a 1). Solo cinco meses antes – el 3 de enero -, las tropas estadounidenses habían dado por terminada la operación en Panamá.
Son hechos, no retórica. Aunque si se trata de la FIFA, ya sabemos cuánto vale su credibilidad y su palabra. Tiene aún demasiado camino por delante para sacudirse su imagen de organización criminal.
PD: en 1982, Inglaterra invadió Malvinas en el mes previo al Mundial de España. Se cumplen 40 años. La FIFA no excluyó al equipo británico por la decisión que tomó Margaret Thatcher.