"Bomba de tiempo". Esa es la forma en la que acordaron en un encuentro en la casa de Mauricio Macri referirse al entendimiento con el FMI. Y en las últimas horas lo cumplieron con creces: se escuchó decenas de veces usar la expresión "bomba de tiempo" en dirigentes del PRO. Jaime Durán Barba debe estar sonriendo, donde quiera que esté. Incluso el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, no se privó de decirlo a la salida del encuentro para organizar el cronograma de reuniones hacia el tratamiento de la ley: "Es una bomba de tiempo para el próximo gobierno", afirmó.
Ritondo también se ocupó de desmentir que haya ya una decisión tomada sobre cómo votarán, pese a las presiones de Patricia Bullrich y Mauricio Macri para que voten en contra o se abstengan todos los integrantes de Juntos por el Cambio. El conseguir que todos se retiraran durante el discurso del presidente Alberto Fernández, cuando hablaba del FMI, fue solo el primer paso en esa dirección.
"Nadie puede decir cómo va a votar un texto que no conoce. El acuerdo con el FMI es con 184 países que lo integran, es decir, se trata de un diálogo internacional que no puede estar sometido a caprichos de la política interna ni de cuestiones ideológicas superadas", aseguró Ritondo. El jefe del bloque del PRO sostuvo que en su bancada consideran "por unanimidad en que es imprescindible conocer los detalles del acuerdo para poder consensuar una postura en el bloque y en Juntos por el Cambio".
No obstante, advirtió sobre "la importancia de no caer en default y de avanzar hacia un acuerdo razonable que le permita a la Argentina mantener una relación madura con el mundo". "Queremos que sea un país normal y no un Estado rehén del relato populista que atrasa y nos hunde en la pobreza y el aislamiento", afirmó. Durante la conferencia de prensa que hubo a la salida del encuentro de los jefes de bloque, sin embargo, Ritondo insistió con la idea de que el acuerdo es una "bomba de tiempo".
La definición surgió de un encuentro en la casa de Macri en el que escucharon al ex titular del Banco Central, Guido Sandleris, al ex ministro de Hacienda, Hernán Lacunza y al diputado Luciano Laspina. Con matices, los tres consideraron que el acuerdo era malo y será peor para los futuros gobiernos.
Con la inminencia de la presentación del acuerdo, salieron a decirlo públicamente. “No podemos avalar con nuestro voto un acuerdo que es perjudicial para los argentinos”, advirtió Laspina. Así como lo había hecho en privado, cuestionó que el acuerdo no avance con reformas laborales y previsionales: "Posterga todas las reformas que el país necesita debatir para salir del largo proceso de estancamiento e inflación que ha inaugurado el kirchnerismo hace más de diez años. Crea un puente al 2023, dándole continuidad a las políticas económicas del kirchnerismo y, efectivamente, le deja una bomba fiscal e inflacionaria al próximo gobierno", dijo en un reportaje.
No obstante, el diputado aclaró el jueves que "todavía no conocemos la letra del acuerdo. Lo que sabemos es que no hay cambios de fondo en las principales políticas del kirchnerismo pero al menos le pone un freno al descontrol monetario y fiscal que viene haciendo el Gobierno".
Por su parte, Lacunza aclaró que "del acuerdo solo se conoce una hoja de ruta" y que "por ahora se evitó el default lo que es positivo, pero no alcanza. Por eso el Gobierno debe presentar un plan lógico para que lo acompañemos". Remarcó que deberían dejar en claro cómo van a bajar el déficit fiscal, "porque, paralelo a ello, afirman que van a aumentar el gasto público".
Desde antes que se conociera la llegada del acuerdo, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, había salido a militarle en contra: "Lo vengo diciendo desde hace tiempo y hoy lo ratifico. La situación que quiere dejar el kirchnerismo al próximo Gobierno es explosiva: no permitiremos esta irresponsabilidad. Vamos a proteger a los argentinos que quieren vivir en un país de progreso".
En tanto, el titular de uno de los bloques de la UCR, Mario Negri, consideró: "La semana que viene trataremos el Memorando de Entendimiento con el FMI en Diputados. Este Acuerdo fue hecho por el Gobierno y el oficialismo es el responsable de garantizar su aprobación. Pedimos seriedad al FdT, como la tenemos en JxC". Y dejó un hashtag significativo: "No al default".
El presidente del otro bloque de la UCR (Evolución), Rodrigo De Loredo, se quejó de que el proyecto de ley no diferencie las políticas económicas del vencimiento de la deuda. "Eligieron unificar el tratamiento de los dos componentes del acuerdo: tanto el de metas macroeconómicas como el de perfiles de vencimientos. Eso impide a los diferentes sectores definir una postura diferenciada", afirmó. También cuestionó la demora en entregar el anexo, que contiene los datos duros del acuerdo.
Los radicales miran con recelo al PRO y a su posible intento de arrastrar a todos a una negativa total. También lo hacen desde la Coalición Cívica donde, con la venia de Elisa Carrió, presentaron un proyecto para habilitar al Gobierno a avanzar con el acuerdo que considere más conveniente sin pasarlo por el Congreso.