La Nave de la Ciencia, en Tecnópolis, se convirtió durante algunas horas en un refugio para la memoria. Es que este jueves se realizó en el predio de Villa Martelli la avant premiere de Abuelas: una película sobre (y con) Abuelas de Plaza de Mayo, dirigida por Cristian Arriaga, que recupera historias de vida de integrantes de la organización de derechos humanos que este año cumplirá 45 años. “Hay que seguir luchando por la libertad y el derecho a vivir en democracia. Nosotras no somos especiales. Somos mujeres argentinas, mujeres que lucharon, como luchan tantas, a la par del hombre”, sostuvo después de la proyección la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, frente a un auditorio repleto que la escuchaba con emoción.
“A seguir pensando en el futuro y sabiendo elegir bien a quienes nos van a llevar a ese futuro por el que soñaron y dieron la vida nuestros hijos”, resaltó Carlotto, que estuvo en primera fila acompañada por sus compañeras Buscarita Roa, Delia Giovanola, Sonia Torres y Ledda Barreiro, ovacionadas cuando ingresaron a la sala. Además, en el encuentro se hicieron presentes Victoria Montenegro, nieta restituida y actual legisladora porteña; los nietos restituidos Manuel Goncalvez y Leonardo Fossatti; y el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, entre otros. "Son una bandera de paz y de amor para todas y para todos nosotros", destacó Bauer.
La velada comenzó con un concierto instrumental del bandoneonista Facundo Quiroga, que interpretó clásicos universales como “Libertango” y el “Día que me quieras”. Luego, el músico Raúl Porchetto, un artista muy cercano a los organismos de derechos humanos, hizo al piano “Sentado en el umbral de Dios”. “Es un compromiso con la vida estar siempre junto a las Abuelas, nosotros y las generaciones que vienen", subrayó Porchetto antes de cantar. Cristian Arriaga, director de la película, fue el encargo de presentar a su amigo Ignacio Montoya Carlotto, hijo de Laura y nieto de Estela de Carlotto. El pianista interpretó una versión instrumental de la zamba “Alfonsina y el mar” (de Ariel Ramírez y Felix Luna).
Pero quedaba una sorpresa más. León Gieco no pudo estar presente en el encuentro, pero envío un video con una versión intimista de “El desembarco”, que dedicó con mucho cariño a las Abuelas y “a la comunión de gente con la que pensamos parecido”. A su turno, María Rosenfeldt, directora de Tecnópolis, homenajeó a uno de los trabajadores del Parque, Maximiliano Torres, fallecido el mismo jueves. "El dolor y el sufrimiento son parte constitutiva del camino que transitamos”, precisó Rosenfeldt. “Ustedes, Abuelas, como militantes de derechos humanos, con su trayectoria, su ejemplo, su ternura, y también con sus férreas convicciones, hicieron que los argentinos y las argentinas podamos atravesar el dolor de una forma ejemplar bajo las banderas de la Memoria, la Verdad y la Justicia", dijo la funcionaria. Y cerró: “Con lucha, resistencia, con amor y sin venganza, como siempre, nos inspiran”.
La película, en líneas generales, es un registro con tono documental y testimonial en torno a la vida de varias integrantes de Abuelas. Estela de Carlotto, Sonia Torres, Delia Giovanola, Ledda Barrreiro, Rosa Roisinblit, Aída Kancepolsky, Ángela Barili, Berta Schubaroff, Emilce Flores y Buscarita Roa cuentan en primera persona, frente a la cámara, sus historias personales y cómo llegaron a convertirse en militantes sociales y referentes de los derechos humanos. O cómo reconvirtieron el dolor en lucha, fortaleza y ejemplo humanitario.
El punto fuerte de la película de Arriaga radica en la cotidianeidad, la potencia e intimidad de los relatos. El hilo conductor, justamente, son sus voces, su mirada y los acontecimientos que narran. Solo aparecen ellas en escena. Y el aspecto más original del film es que las Abuelas van contando su vida desde el primer beso, su historia familiar o sus primeros trabajos hasta la crudeza de los secuestros y desapariciones de sus hijos, hijas, nietos y nietas. "Siempre quise ser maestra. Esa vocación fue el mayor alimento para mi vida porque el niño es el mayor desvelo que tengo. La niñez es algo sagrado", dice en una escena de la película la presidenta de Abuelas.
Las protagonistas cuentan cómo pasaron del miedo inicial al coraje de plantarse en la Plaza de Mayo todos los jueves o salir a recorrer los juzgados y las cárceles de todo el país para buscar a sus seres queridos. “Una cree que ya está curtida pero no. Esta película es muy emocionante, maravillosa y verdadera. Porque todo eso existió y existe. Mientras tengamos vida vamos a seguir”, reflexionó Carlotto en Tecnópolis. El prólogo de la película estuvo a cargo de Osvaldo Bayer, la narración de la cantora entrerriana Liliana Herrero y la musicalización es de León Gieco, Ricardo Mollo, Gustavo Santaolalla, Raúl Porchetto e Ignacio Montoya.
"Mi abuela Elvira es el ser más importante de mi vida. Yo la tengo a ella y ella me tiene a mí. Un día me puse a pensar qué hubiera sido de mí y de ella si no nos tuviésemos. Y sobre el inmenso flujo de amor y felicidad que hubiéramos perdido”, contó Arriaga sobre la motivación principal de la película. “Eso me llevó inevitablemente a pensar en las Abuelas de Plaza de Mayo. Y a preguntarme '¿cómo habrá sido la vida de estas mujeres, que siendo mujeres comunes, les ocurrió este hecho excepcional y particularmente horrible de que la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983) secuestró y mató a sus hijos, y regaló, vendió y expropió a sus nietos que nacieron en cautiverio?'”, fundamentó el director, quien espera “brindarle a las Abuelas una herramienta más de difusión y modesta ayuda en su búsqueda”.