Las aulas se abrieron y el ciclo lectivo 2022 arrancó nomás, luego del paro de 48 horas dispuesto tanto por Amsafé como por Sadop, en rechazo a la oferta de mejora salarial que hizo la Casa Gris. Y mientras en Santa Fe unos y otros repetían la reunión paritaria (ver aparte), en las escuelas se renovaron todas esas sensaciones diversas del primer día de clases.

"Estamos contentos, ojalá que el año sea continuo, que podamos sostenerlo. Entiendo un poco la situación de los docentes, pero a nosotros nos complica bastante (la medida de fuerza gremial). Ojalá puedan llegar a un acuerdo", respondió ayer una madre a la consulta de los movileros de radio en la puerta de la escuela n°55, Domingo F. Sarmiento, de Buenos Aires al 900.

Los rostros de niños y niñas, detrás del tapabocas, permitían adivinar la alegría del reencuentro y la incertidumbre por lo desconocido, en el caso de los más pequeños. El barbijo, en efecto, pasó a ser un elemento más del atuendo escolar, y al menos hasta el ingreso a clase, todo el mundo lo conservó.

La escena de alboroto en derredor de cada puerta de escuela y colegio incluyó también las clásicas selfies (en el caso de los y las más grandes), y madres tratando de agrupar a sus hijos para retratarlos cada una con la cámara de su teléfono móvil. Los de 7° grado aprovecharon para lucir desde el primer día sus buzos y camperas que dan cuenta de que este será el último año de primaria. 

Las reflexiones que se oyeron en esa situación guardaron similitud en un mismo sentido. "Ojalá que ahora los chicos tengan clase todos los días y que prime la normalidad del cursado", se ilusionó un papá. Pero le faltó percatarse de que al no haber entendimiento ayer, quedó firme el otro paro de 48 horas para martes y miércoles de la semana próxima.