El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco Eguiguren, esperó una pregunta de los periodistas para responder uno de los interrogantes más esperados. Entonces, se escuchó aquello que desde hace una semana se esperaba. “Como se ha dicho en el comunicado que recién hemos entregado, podemos sí confirmar oficialmente que la Comisión –con algunos de sus integrantes– visitará a la señora Milagro Sala en Jujuy”. Adelantó que la fecha de la visita se anunciará en los próximos días, luego de cotejar agendas, pero será antes de fin de junio. En esa ocasión evaluarán las condiciones de detención de Milagro Sala y el estado de deterioro de su salud, entre otros aspectos vinculados a los ejes de la medida cautelar que el organismo de la OEA tiene bajo estudio desde el año pasado. La decisión llega en un contexto de mucha expectativa, y fue leída como un gesto político hacia dentro del país. Se produce cuando se espera un pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia sobre la ilegalidad de la privación de la libertad y el carácter de los fueros de inmunidad de la dirigente, diputada del Parlasur.
“En mi condición de relator para la Argentina y presidente, debo indicarles que la CIDH ha recibido hace tiempo una solicitud de medida cautelar en favor de la señora Milagro Sala”, explicó Eguiguren en el edificio del Archivo Nacional de la Memoria, durante una conferencia de prensa que el organismo dio tras su recorrida por el Museo Sitio de la Memoria ESMA. “La Comisión ha ido dando seguimiento al tema; en diciembre pasado durante las sesiones en Panamá emitimos un comunicado donde analizábamos el asunto y estábamos instando al Estado a atender el pronunciamiento que había hecho el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre personas privadas de libertad”, agregó Eguiguren
El titular de la CIDH recordó que fue el Estado argentino quien cursó la “invitación formal” para que visitaran a Sala y que “sabiendo que teníamos estas sesiones (en Buenos Aires) seguimos dando seguimiento al caso y tomamos la decisión de acepar la visita”.
Un dato que los integrantes de la Comisión repitieron desde su llegada al país hace más de una semana es que nunca tocan temas del país al que viajan a realizar sus audiencias mientras se hacen los debates. Eso es una cuestión de protocolo, para evitar supuestos conflictos de intereses. Pero la aceptación del convite le generó un alivio al Gobierno que lo hizo en medio del conflicto por la detención de Sala en un escenario de enormes reclamos del movimiento de derechos humanos por los retrocesos en las políticas públicas de memoria, verdad y justicia. Esta semana, de hecho, no tocaron el tema formalmente en las sesiones, aunque sí tuvieron encuentros previos con distintas partes. En ese contexto y después de estas reuniones anunciaron la visita.
Sobre ese punto, Eguiguren dijo que no lo hicieron en estos días porque decidieron que en Buenos Aires “escucharíamos a los abogados, al Estado y personal que conoce el caso, y en ese contexto manifestaríamos ya el paso concreto para hacer la visita”. Esto es lo que anunció ayer y precisó que se conversó hacer la visita “antes de que concluya el mes de junio”.
Quienes impulsan los reclamos por la libertad de Sala lo entendieron como un gesto simbólico también destinado al gobierno nacional y al Poder Judicial. Un dato importante en esa línea es que el anuncio se hizo desde Buenos Aires y no desde la sede de Washington
La CIDH adelantó que en Jujuy revisará una serie de puntos que son ejes del análisis de la cautelar, tal como lo indicó el presidente del organismo. “¿Qué haremos? Visitarla, conversar con ella, conocer su situación de detención, las condiciones de detención, el estado de su integridad psíquica, el trato que recibe y cualquier otro aspecto vinculado a la condición de libertad que ella sufre. Y quienes acudamos, luego lo reportaremos a los colegas para que puedan decidir este asunto”.
Sobre el momento en el que la CIDH pueda emitir alguna recomendación o decisión, dijo que no hace falta esperar al próximo período de sesiones en el mes de julio en Perú.
Eguiguren llegó antes que otros de sus colegas a Buenos Aires, en su doble condición de presidente y relator para los casos de Argentina. Explicó que mantuvo reuniones con distintos actores antes del comienzo formal de las audiencias. Durante esos encuentros –a los que también se refirió en la apertura del lunes pasado realizada en el Hotel Sheraton–, recibió documentos muy críticos de parte de la mesa de organismos de derechos humanos. Abuelas y Madres de Plaza de Mayo que se reunieron con ellos en el ex predio de la ESMA explicaron que una de las comisionadas les aseguró que la condición de Argentina les pare muy preocupante. Los integrantes de la CIDH volvieron a recibir datos y documentos de manos de otras organizaciones. El secretario Ejecutivo Paulo Abrao recibió a integrantes del Comité por la Libertad de Milagro Sala que entregó otro informe, en el contexto de una movilización de apoyo a la presencia de la CIDH con miles de antorchas. Lo mismo sucedió en un encuentro con miembros la Comisión de Derechos Humanos de Diputados en la que se escuchó a Eguiguren decir que está muy preocupado por el 2x1 y también por el fallo del caso Fontevecchia de la Corte Suprema, que busca desganchar a Argentina de los sistema internacionales de protección de derechos humanos.
Durante los días que siguieron y por la respiración de la calle también se supo que los integrantes de la CIDH quedaron completamente asombrados; no porque no supieran los temas de las agendas pendientes, ni porque no sabían que esta es un sociedad movilizada, sino por la dimensión de los reclamos que, dijeron, les hizo erizar la piel.
En la conferencia de prensa realizaron un balance en el que, sin embargo, no se refirieron a los encuentros con los argentinos. Dijeron que no podían hacerlo. Explicaron, en cambio, los resultados de los tres días de debate maratónicos en los que realizaron 18 audiencias sobre casos de Paraguay, Chile, Uruguay y Brasil y analizaron temas regionales. Explicaron que siguen muy de cerca el caso de la militarización de Brasil, por el cual emitieron un comunicado sobre los hechos de violencia y la orden de usar a las Fuerzas Armadas para la represión. Destacaron su visita al Museo Sitio de Memoria ESMA que acaba de terminar (ver página 7) y el paso por el país de 1979 de otros integrantes de la CIDH. “Pocos minutos atrás hemos tenido visita guiada a la ex ESMA, demás está decir lo emocionante, lo impactante que fue para nosotros volver como CIDH y por primera vez a estar ahí. Como ustedes bien saben la visita de 1979 fue histórica y marcó un antes y un después en la historia de la relación entre el pueblo argentino y la CIDH. Volver a estar ahí donde estuvieron antes nuestros compañeros para dar testimonio de lo que sucedió, de una memoria que no se puede malograr nunca, ha sido muy emocionante”.