El obispo emérito Gustavo Zanchetta fue condenado a 4 años y 6 meses de prisión efectiva en Orán, tras ser hallado culpable de dos casos de abuso sexual en perjuicio de dos seminaristas. Ante este resultado judicial, fieles de la Iglesia Católica solicitan que se le quite el estado clerical.
Por otro lado, la Conferencia Episcopal Argentina y el actual obispo oranense Luis Scozzina pidieron perdón a las víctimas. La Red provincial de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico exigió que los 4 años y 6 meses de prisión se cumplan de forma efectiva.
Tambien se expresó el Instituto Laico de Estudios Contemporáneos de Argentina en Salta, que consideró que la pena es insuficiente. Y el defensor oficial Enzo Gianotti, quien había solicitado la absolución del acusado, anunció que apelará la condena.
Durante el juicio, la Unidad Fiscal integrada por Pablo Rivero y Soledad Filtrín destacó que hicieron varios pedidos a las autoridades eclesiásticas en Roma por información respecto al estado canónico de Zanchetta, pero no lograron que se la enviaran, por ello señalaron que tampoco saben si sigue siendo obispo o no.
En el mismo sentido se expresó Stella Maris Corbacho, una de las vecinas que junto a su familia estuvieron apoyando a los dos denunciantes en la justicia penal y también a los tres sacerdotes que realizaron denuncias canónicas.
“Estuve en contacto en los últimos minutos (con los exseminaristas y denunciantes), pasó este gran día, pudieron reflexionar sobre la sentencia, no estaban conformes con la cantidad de años, pero ni 4, ni 10, ni 20 van a poder sanar esta situación traumática tan dolorosa que vivieron en un lugar donde menos te lo imaginas”, expresó Corbacho a Salta/12.
Tanto las víctimas como los sacerdotes denunciantes prefirieron no hablar con la prensa en estos días del juicio. Corbacho señaló que como vecinxs se reunieron fuera de Tribunales durante el juicio exigiendo Justicia para que tampoco la familia de los denunciantes tuviera que exponerse de forma pública.
Durante el juicio otros exseminaristas que declararon como testigos explicaron que se fueron por las inconductas del obispo, y contaron que conocían lo que les hacía a sus compañeros M.C. y G.G. Pero además algunos de ellos también relataron que fueron víctimas de hechos similares y hubo otros que dijeron haber padecido discriminación.
“La mayoría (de los exseminaristas) no está acá, salieron a buscar trabajo. Uno de los denunciantes está en Salta, se las rebusca haciendo changuitas”, explicó la vecina y dijo que otros jóvenes se fueron a otras provincias. Señaló que los exseminaristas estaban en situaciones de “mucha vulnerabilidad” y que “les han truncado sus sueños, su vocación”.
Además, Corbacho pidió que las autoridades eclesiásticas tomen medidas con el sacerdote Carlos Subelza, párroco de la Iglesia San Ramón, y para quien la unidad fiscal ya pidió que se lo investigue por falso testimonio. "Los chicos decían ‘él nos entregaba, porque sabía lo que estábamos viviendo’. Zanchetta no iba a poder hacer esas cosas horribles sin un cómplice”, manifestó la vecina. También resaltó que este cura llamó al silencio a lxs feligreses durante el proceso de juicio y coaccionaba para que no se manifiesten.
Pedidos de perdón
La Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado luego de conocer el fallo judicial en el que se condena a Zanchetta: "Queremos manifestar nuestra cercanía con las víctimas y expresarles un fuerte y sincero pedido de perdón en nombre de toda la Iglesia".
"Estos dolorosos acontecimientos nos renuevan en la tarea comprometida y urgente de erradicar este tipo de conductas abusivas y continuar trabajando arduamente por la implementación de las medidas que la Santa Sede ha pedido a las Diócesis de todo el mundo en la búsqueda de la verdad y la justicia", sostuvo la Conferencia Episcopal.
También el actual obispo de la Diócesis de Orán, Luis Scozzina, quien era cuestionado por su silencio respecto a las denuncias que tenía Zanchetta, difundió un pronunciamiento. "Ante la sentencia dictada por la justicia contra el Obispo emérito, Gustavo Zanchetta, junto a lo expresado por mis hermanos en el Episcopado, renuevo mi solidaridad y cercanía para con las víctimas y con todos aquellos que se sintieron afectados durante todo el proceso judicial", sostuvo.
"Junto al pedido de perdón a las víctimas y a los seminaristas, quiero llamar a la comunidad diocesana a una sincera reconciliación ante las heridas provocadas por los gestos y actitudes de autoritarismo y de abuso de poder", añadió el obispo.
Cuestionamientos a la pena
El presidente del Instituto Laico de Estudios Contemporáneos de Argentina en Salta, Fernando Climent, calificó la sentencia como vergonzosa. Sin embargo, apuntó contra la Fiscalía que realizó la acusación y determinó la carátula, dijo que "ha tenido un protagonismo paupérrimo" y "ha dejado mucho que desear". Señaló que los relatos que se escucharon en el proceso de juicio fueron "muy parecidos" a los de las víctimas del cura Agustín Rosa Torino, quien tuvo una pena más alta, de 12 años de prisión. Además, en este caso la fiscala Verónica Simesen de Bielke incluso apeló esa sentencia porque había solicitado 22 años.
El referente de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico en Salta, Juan Carlos García, pidió que la condena de 4 años y 6 meses se cumpla. Señaló que Zanchetta llegó de Quilmes a Orán, ya investigado por delitos económicos. "Es el primer obispo que va a la cárcel", sostuvo y resaltó que se trata del "amigo del Papa" y que éste lo premió con el cargo de administrador del Vaticano.
García junto a Carla Morales Ríos son denunciantes del cura Emilio Lamas pero las causas fueron prescriptas por la Corte de Justicia de Salta, por este motivo, se presentó un recurso extraordinario en la Corte Suprema de Justicia de la Nación y esperan la resolución. También hay una apelación en la CSJN a las prescripciones por las causas de abuso sexual contra el cura Jorge Aguilera Tassin. A este último sacerdote le quitaron el estado clerical pero esa resolución fue apelada en la justicia eclesiástica por la defensa del cura.