Un narco que estaba prófugo desde la última Nochebuena fue recapturado en las últimas horas por la policía. Los pesquisas antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) fueron quienes lo ubicaron en una vivienda ubicada en calle Espinoza al 5300 del barrio Triángulo y Moderno. El hombre es Maximiliano Fabián Pioli, de 22 años quien se había fugado en la madrugada del 25 de diciembre de la Comisaría 6°, de San Luis al 3300.

El intento de recaptura inmediato de Pioli tuvo como corolario un feroz ataque a tiros a un móvil de la Policía de Acción Táctica (PAT), cuando circulaba por barrio Las Flores, cerca de la cancha de fútbol que tiene el mural de "Pájaro" Cantero. El ataque provino de un pasillo donde salieron varios jóvenes que ametrallaron la unidad. La sospecha más firme que tienen hoy los investigadores del caso es que Pioli forma parte de la banda de "Lucho" Cantero -el hijo del "Pájaro"-, una generación más joven pero mas audaz y violenta con las armas. Ante la búsqueda realizada por la policía ese mismo día, no dudaron en cometer un ataque que tiempo después terminó con su recaptura. 

Justamente, "Lucho" Cantero y su madre Lorena Verdún -viuda del Pájaro- fueron detenidos hace un mes en el marco de una veintena de allanamientos que se desarrollaron en distintos puntos de la ciudad y Roldán. Las investigación comenzó en febrero de 2021, tras la viralización de la foto del trapero Zaramay junto a un grupo de jóvenes con armas de fuego de grueso calibre. 

Cuando fue detenido Lucho Cantero, el fiscal Matias Edery dijo que el joven fue "a quién le secuestraron las armas y era quién las manejaba y las repartía a un grupo de chicos sobre quienes tiene ascendencia”, y definió así el rol del joven, que fue grabado por su propia banda disparando varias armas desde un techo en el barrio 17 de Agosto, donde tiene base.

El ahora recapturado Pioli es apuntado por los policías antinarcóticos como un vendedor de drogas en los barrios Las Flores y 17 de Agosto, que en su momento fue detenido en un control de rutina del Comando Radioeléctrico y trasladado a la vieja comisaría 6ª.

En el operativo de ayer, de la última requisa policial dentro del inmueble se obtuvo dos  y medio ladrillos de marihuana, 217 envoltorios de dosis de cocaína fraccionada y acondicionada para venta y consumo y una piedra del mismo estupefaciente, dinero en efectivo en billetes de distinta denominación, una balanza de precisión , varios teléfono celulares y un automóvil Peugeot 206. Por la evasión de la dependencia policial actúa el fiscal del MPA David Carizza, y por el secuestro de las drogas, la justicia federal rosarina.

Pioli había sido detenido el 23 de diciembre de 2021 con estupefacientes en su poder y  fue alojado en una celda del edificio de la misma Brigada Antidrogas. No estuvo mucho allí: entre las 20 del 24 de diciembre y las 2.40 de la madrugada de Navidad, se escapó. Por esa fuga fue imputado un subinspector que tenía a cargo la guardia del lugar para esas fiestas.

Pioli había dado una identidad falsa cuando lo apresaron, pero después saltó su verdadero nombre por intervención de agentes de la seccional 32°. Era el único detenido en la sede de la Brigada Antidrogas cuando se escurrió, entre el final del 24 y el comienzo del 25 de diciembre últimos. En una audiencia, el fiscal José Luis Caterina le endilgó al subinspector a cargo de su custodia, Hugo Ariel R., favorecimiento doloso de la evasión y abuso de autoridad. “Habiendo quedado solo y a cargo del lugar, hizo posible que Pioli se fugara, lo que fue descubierto recién a las 2.40 , cuando llegaron otros policías a la dependencia”, dijo entonces el funcionario judicial.

Tras el escape de la celda donde lo habían alojado, continuó fuera del alcance de la Justicia y de las fuerzas de seguridad. Los allanamientos previos que, como el de ayer, fueron ordenados por el fiscal Carizza, de la Agencia de Investigación de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, habían dado resultado negativo en cuanto al prófugo. 

En un procedimiento previo, realizado el 25 de febrero pasado, no apareció el evadido pero sí hubo sorpresa. Fue en una vivienda que da a un pasillo situado unos 20 metros al sur del cruce de Juan de Casal y Espinosa, en barrio Avellaneda Oeste. Allí pudieron incautar un arsenal. 

Allí estaba Hugo René N., de 64 años. El hombre, de acuerdo a la información oficial, avisó sin que medie interrogatorio que en la noche de la víspera unas personas le dejaron armas para guardar. Agregó que las había dejado en la habitación. Allí estaban, en un ropero y dentro de un bolso de viaje azul.