La Liga mexicana de fútbol decidió suspender momentáneamente sus campeonatos oficiales debido a los graves incidentes que se registraron en el partido entre Querétaro y Atlas que dejaron -extraoficialmente- al menos 17 muertos y 22 heridos, por una gresca generalizada en las tribunas y en pleno campo de juego.
La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) señaló en un comunicado que "lamenta y condena los hechos sucedidos en Querétaro", y en ese sentido agregó: "Vigilaremos y coadyuvaremos en el proceso de investigación con las instancias correspondientes" en tanto que se evalúa desafiliar al Querétaro hasta el final del presente campeonato a modo de sanción por los graves sucesos, los más violentos de la historia del fútbol azteca.
Los incidentes se registraron en el partido que Querétaro disputaba con Atlas en su estadio La Corregidora cuando a los 10 minutos del segundo tiempo los hinchas locales agredieron con patadas, golpes y elementos contundentes a los pocos simpatizantes rivales que estaban viendo como su equipo, que dirige el argentino Diego Cocca, ganaba 1 a 0 con gol del pampeano Julio Furch. La policía no intervino en la gresca generalizada que provocó que varias personas y muchas familias con niños, se lanzaran al campo de juego para poder escapar de la violencia que se vivía en las tribunas del estadio Jalisco.
Las autoridades de Querétaro no confirmaron fallecidos y las cifras que se manejan son extraoficiales y se desprenden de testimonios de las víctimas que fueron atacadas por los barras del equipo local. Sin embargo, el Gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, en conferencia de prensa, desestimó las versiones que hablaban de fallecidos tras los incidentes, pese a que en las redes sociales se viralizaron imágenes con personas en grave estado. El gobernador señaló que "el saldo es 26 personas que requieren atención médica hospitalaria (24 hombres y 2 mujeres), de esos 26, tres ya fueron dados de alta. De los 23 aún hospitalizados, tres se encuentran graves, 10 delicados y los 10 restantes sin gravedad".
Por su parte, el presidente de la Liga mexicana de Fútbol, Mikel Arriola, fue el encargado de suspender la novena fecha del torneo azteca como consecuencia de los graves incidentes. "La liga condena los hechos en el estadio La Corregidora. Es una situación de violencia muy grave que nos obliga a actuar enérgicamente contra los responsables. Estoy anunciando la suspensión de los partidos restantes de la jornada 9 a celebrarse este domingo en solidaridad con las personas afectadas en el encuentro de este sábado y con la preocupación de que estos actos no se presenten más", aseguró.
En las imágenes que circulan en las redes sociales se observaron a hinchas del Querétaro pegarles a los del Atlas en banda e incluso cuando las personas ya estaban casi inertes en el piso. A todo esto el accionar policial fue nulo, y los agresores coparon cientos de espacios del estadio para perseguir a los hinchas rivales. Las fuerzas de seguridad, según el periódico Record, resultaron “desbordadas por los hechos y optaron por hacer saltar a los aficionados al campo de juego, a manera de protección”.
Los hechos de extrema violencia en el fútbol de México se inscriben como una mancha importante para un país que está debería organizar la Copa del Mundo de la FIFA en 2026, junto a los Estados Unidos y Canadá y que ya tuvo a su cargo los Mundiales de 1970 y 1986.