Un nuevo intento de evacuar a civiles de la ciudad portuaria ucraniana de Mariupol fracasó en medio de acusaciones cruzadas de fuego persistente entre las fuerzas de Ucrania y las tropas de Rusia, mientras continuaban los ataques a otras ciudades y la salida masiva de refugiados. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió que el Ejército ruso prepara una ofensiva sobre la también sureña Odessa, la tercera mayor ciudad y el mayor puerto del país, y denunció que ataques con misiles destruyeron el aeropuerto de la ciudad de Vinnytsia, al sudoeste de la capital Kiev, en el undécimo día de la invasión rusa.
Más de un millón y medio de personas huyeron de Ucrania a países vecinos desde el inicio de la ofensiva militar rusa, el éxodo más acelerado de su tipo desde la Segunda Guerra Mundial, dijo este domingo el organismo de la ONU para los refugiados (ACNUR). El presidente de Rusia, Vladimir Putin, insistió en que mantendrá su llamada "operación especial" en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, hasta que termine la resistencia en ese país y se acepten las demandas del Kremlin de desnazificación y desmilitarización.
Versiones cruzadas por Mariupol
"La columna para evacuar a la población civil no salió de Mariupol porque los rusos reagruparon sus fuerzas y comenzaron a bombardear la ciudad", afirmó en Facebook el gobernador de la región, Pavlo Kirilenko. Sin embargo el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a los "nacionalistas ucranianos" del fracaso de la evacuación. En un contacto telefónico con su par francés, Emmanuel Macron, Putin negó que su ejército "tome a los civiles por objetivo" y dijo que obtendrá "sus metas" en Ucrania "por la negociación o por la guerra".
Mariupol, un puerto estratégico en el mar de Azov, ha estado varios días bajo intenso asedio ruso y sin electricidad. Su alcalde, Vadim Boitchenko, indicó en una entrevista publicada en YouTube que "Mariupol ya no existe" y que hay miles de heridos. La caída definitiva de este puerto marcaría un punto de inflexión en la guerra porque permitiría a Rusia unir las tropas que avanzan desde la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014, con las fuerzas que penetran el país desde el Donbass, en el este.
Odessa cada vez más amenazada
La ofensiva militar de Rusia se dirigió este domingo principalmente a las regiones del sur de Ucrania. El presidente Volodimir Zelenski afirmó precisamente que allí Rusia se está preparando para bombardear la ciudad portuaria de Odessa, a orillas del mar Negro. "Los rusos siempre han venido a Odessa. Siempre han sentido solo calidez en Odessa, solo sinceridad. ¿Y ahora qué? ¿Bombas contra Odessa? ¿Artillería contra Odessa? ¿Misiles contra Odessa? Será un crimen de guerra. Será un crimen histórico", señaló el mandatario ucraniano en un mensaje por video.
Rusia lanzó su invasión a Ucrania el 24 de febrero desde tres frentes. Desde entonces, las fuerzas del frente sur intentan cortar a Ucrania el acceso al mar Negro y al mar de Azov. La semana pasada, las tropas rusas tomaron Jersón, una ciudad portuaria de 290 mil habitantes, en su mayor logro hasta ahora desde el inicio de la invasión. Un ataque a Odessa ampliaría la ofensiva más hacia el Oeste, no lejos de la frontera con Moldavia, país en el que Rusia tiene ya presencia militar en el enclave rusohablante de Transnistria.
Bombardeo a un aeropuerto en el oeste
El presidente Zelenski denunció además este domingo la destrucción total de un aeropuerto cerca de Vinnytsia, en el oeste del país, por el impacto de ocho misiles rusos. En un nuevo video publicado en la cuenta oficial de Telegram del mandatario, Zelenski recalcó que "la pacífica Vinnytsia nunca ha amenazado a Rusia".
"El brutal y cínico ataque con misiles dejó el aeropuerto completamente destruido. Ellos (por los rusos) continúan destruyendo nuestra infraestructura, nuestra vida, que construimos nosotros, nuestros padres, nuestros abuelos, generaciones de ucranianos", afirmó Zelenski, quien reiteró su pedido a los aliados de la OTAN: "Cierren el cielo sobre Ucrania. Ciérrenlo para todos los misiles rusos, para los aviones, para todos estos terroristas. Hagan una zona aérea humanitaria sin misiles, sin bombas".
"Había cuerpos por todas partes"
Más hacia norte del país, en Kiev, los barrios obreros de las afueras, como Bucha e Irpin, ya están en la línea de fuego, y los últimos ataques aéreos convencieron a muchos residentes de que era la hora de huir. "Están bombardeando áreas residenciales, escuelas, iglesias, edificios, todo", se lamentaba este domingo la contadora Natalia Didenko.
En Bilohorodka, justo en las afueras de la capital, las tropas ucranianas colocaron explosivos en el último puente que permanece en pie para frenar la ofensiva rusa. "Este es el último puente, lo vamos a defender y no vamos a dejar que lleguen a Kiev", dijo un combatiente que se identificó como "Casper".
En Chernigov, una localidad cercana a la frontera con Bielorrusia y Rusia, decenas de civiles murieron. "Había cuerpos por todas partes. Esperaban para entrar en la farmacia aquí, y están todos muertos", contó a la prensa un hombre que pidió ser identificado solo por su nombre, Serguéi, en medio del estruendo de las sirenas de alerta.
El drama de los refugiados
Este domingo el papa Francisco lanzó un llamado a instaurar "verdaderos corredores humanitarios" para ayudar a los civiles en Ucrania. "En Ucrania corren ríos de sangre y lágrimas. No se trata solo de una operación militar sino de guerra, que disemina muerte, destrucción y miseria", criticó el Papa durante el Ángelus de este domingo desde el Vaticano.
"Las víctimas son cada vez más numerosas, así como las personas que huyen, especialmente madres y niños", lamentó el pontífice de cara a los fieles que, muchos con banderas de Ucrania, lo escucharon en la Plaza San Pedro. "Reitero mi llamado para que se aseguren los corredores humanitarios, que se garantice la ayuda a las zonas asediadas para ofrecer vital socorro a nuestros hermanos y hermanas", reclamó Francisco.
"La guerra es una locura, frenen por favor, miren la crueldad", pidió por último el papa. Once días después de que empezara la invasión 1,5 millones de personas han huido de Ucrania según la ONU, que calificó el éxodo como "la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial".