Después de la intensa tarea de los brigadistas y las lluvias que ayudaron a aplacar los incendios, en el Parque Nacional Iberá, que tiene casi la mitad de su territorio hecho cenizas, la vida comenzó a brotar, los animales regresan a su ambiente y lentamente la vegetación florece.
Las consecuencias forestales, económicas, sociales generadas por el casi millón de hectáreas arrasadas por el fuego, encendieron las alarmas de los funcionarios y de la comunidad en su conjunto con la mirada puesta en el cambio climático y los problemas ambientales, cuyos efectos obligan ya a no retrasar medidas para afrontar el problema.
Los miles de animales, entre carpinchos, yacarés y ciervos, que sobreviven escapando para salvar sus vidas en búsqueda de comida y agua son rescatados y trasladados a lugares con nichos ecológicos que no sufrieron daños para su recuperación, con la intervención de la Brigada de Control Ambiental (BCA), del Ministerio de Ambiente.
“Hay un eje muy importante que es el trabajo en conjunto con el Conicet que nos está permitiendo obtener números, pero estos van a ir variando en el tiempo porque es un trabajo que aún no está terminado. Lamentablemente todavía no terminó la afectación del incendio y por ende en la fauna”, comentó a Página/12 Beatriz Domingorena, Secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales de la Nación
A partir del trabajo hecho en el territorio se pudo determinar que Santo Tomé, donde funciona el centro de rescate de animales, es una de las zonas con mayor demanda de ayuda sanitaria. “Hubo que hacer una muy buena articulación con el Ministerio de Salud de la Nación, ahí se hicieron las postas sanitarias y con corredores viales lo que permitió que no tengan que ir veterinarios hasta la zona, que los puedan atender en el lugar y distintos actores puedan acceder a la fauna”, explicó Domingorena. En el lugar se encuentra la Cruz Roja y el Ejército Argentino.
El cuartel de bomberos en la localidad de Loreto es el encargado de la entrega de insumos para asistir a los animales. El operativo se realizó en el marco de una acción conjunta que se lleva adelante con el programa Protenencia perteneciente a la cartera de Salud nacional. Los insumos, entre los que se mencionan gasas, suero, guantes y barbijos serán utilizados para la atención de la fauna afectada por los incendios forestales.
En la última semana se pudo observar como la flora resurgió en los esteros. “Nuestros ecosistemas tienen de por sí una capacidad propia de resiliencia. Pero todos, incluido el Estado Nacional, que destinó una enorme cantidad de fondos, entendemos que tenemos que ayudar a su reconstrucción”, aseguró esperanzada y comprometida la secretaria.
De todos modos, el proceso no solo es lento sino que presenta los riesgos de que se activen nuevos focos, como ocurre en estos momentos. Los esteros del Riachuelo son escenario de un foco activo. Asimismo, otro foco ígneo se desató en cercanías de la laguna Luna, en inmediaciones de los Esteros del Iberá. También se habían registrado llamas en zonas rurales de Colonia Sanz, a unos 12 kilómetros del acceso a la localidad de San Lorenzo, sobre la Ruta Nacional 12, donde trabajaron dotaciones de bomberos de esa localidad y de Empedrado.
En ese marco, el viernes pasado se transmitió en vivo a través del canal de Youtube del Ministerio de Ambiente el primer Foro Federal de Bienestar Animal, un espacio pensado como un intercambio amplio y plural que busca fomentar el diálogo con referentes de la sociedad civil para construir e impulsar normativas y políticas públicas que protejan y mejoren las condiciones de vida de los animales.
Domingorena afirmó que el encuentro estuvo marcado por "mucha juventud" y "mucha crítica constructiva, que alimenta. No solo los argentinos tenemos que cambiar el paradigma sino el planeta entero en virtud de la incidencia que tiene el cambio climático”.
El próximo 18 de marzo se realizará una segunda edición del Foro y se espera que la firma del documento final sea de forma presencial, esta vez con la participación del ministro de Ambiente, Juan Cabandie.
Mas allá de las leyes que existen actualmente sobre el medio ambiente Domingorena remarcó la importancia de la ley de humedales: “La necesitamos pero no en forma aislada, con una participación activa como la que pude ver el otro día en la Cámara de Diputados donde nuevamente se insta a la presentación del proyecto de ley”.
La secretaria, que entró en actividades este verano y conoció a sus compañeros en Corrientes, aseguró: “Lo primero que solicité desde la Secretaría fue que todos los directores fueran al territorio y no que mandaran a los técnicos. La directora de Biodiversidad, la directora del Agua y la directora del Territorio continúan en el lugar”.
Y añadió sobre la importancia de estar en contacto con las zonas afectadas: “Se perdieron puestos de trabajo, el ecosistema, animales, se ha perdido la vida, nuestra fauna. Es absolutamente triste. Yo vi como los vecinos se acercaron a ofrecernos su ayuda. Teníamos que estar ahí trabajando y generando redes”.
Informe: Mercedes Chamli.