Las discusiones sobre el acuerdo con el FMI dentro de los bloques parlamentarios del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio tienen todavía un final abierto. Con paridad de fuerzas entre esas dos grandes bancadas en el Congreso, cobra mayor protagonismo el rol que jugarán los bloques e interbloques menores de la Cámara de Diputados a la hora de votar la refinanciación de la deuda contraída por la gestión de Mauricio Macri con el Fondo Monetario: se trata de una veintena de legisladores de variadas expresiones ideológicas entre los que hay certezas y también dudas sobre su voto en el recinto.
Hasta ahora todo indica que las bancadas del FdT y de JxC no tendrían una postura unificada en el recinto de la Cámara baja. En el interbloque opositor --conformado por diez bloques-- existen diferencias entre ellos y hacia adentro de los propios partidos que los integran. La puja mayor se dirime entre los halcones del PRO, que apuestan a arrastrar a sus socios políticos hacia rechazo, y quienes propician un respaldo que “evite el default” pero sin avalar el acuerdo al que el gobierno nacional arribó con el FMI (ver nota aparte).
En el oficialismo, los cuestionamientos y las dudas que expresaron los sectores más críticos (identificados con La Cámpora y el kirchnerismo duro) no fueron resueltos. Sin embargo hacia adentro del FdT se forjan acuerdos para evitar que cruja la coalición de Gobierno. Uno de ellos se concretó este lunes, cuando cuatro diputados críticos (Marcos Cleri, Itai Hagman, Emiliano Estrada y Sergio Palazzo) cedieron sus asientos en la comisión de Presupuesto a los diputados encolumnados con la propuesta del Gobierno enviada al Congreso (Mónica Litza, Ramiro Gutiérrez, Pamela Caletti y Carolina Moises). Incluso el diputado albertista Leandro Santoro (que por motivos personales no podría estar todos los días del debate en comisiones) fue reemplazado por chaqueño Aldo Leiva. El FdT también privilegió a los diputados alineados con la Casa Rosada para la integración de la comisión de Finanzas, que se conformó este lunes y es parte del plenario que discute el acuerdo con el FMI.
El objetivo es garantizar las firmas de todos los diputados del oficialismo a la hora de emitir dictamen, por la paridad de fuerzas entre oficialismo y oposición que existen en el plenario. Entre las comisiones de Presupuesto y de Finanzas, el FdT tiene así aseguradas 39 firmas propias, que junto al aliado misionero Diego Sartori podría alcanzar 40.
En tanto, JxC tiene 38 firmas y otras dos pertenecen a los diputados schiarettistas de Córdoba Federal, que sumados tampoco alcanzarían mayoría propia.
Terceros en discordia
En ese escenario, la postura que asuman las bancadas más chicas también puede inclinar con sus votos la balanza a lo largo del debate. La lista incluye desde los ultraconservadores libertarios hasta trotskistas, pasando por lavagnistas, socialistas y diversos partidos provinciales.
Entre ellos, la bancada más numerosa es el Interbloque Federal, que aglutina a ocho diputados: 3 que tributan al lavagnismo, otros 3 del cordobesismo del gobernador Juan Schiaretti y 2 provenientes del socialismo santafesino. Allí tampoco se alcanzó aun una postura unificada. Córdoba Federal anticipó que dará quórum, pero se abstendrá en la votación. El lavagnismo todavía no definió posición, sus diputados se mostraron críticos del acuerdo con el FMI y prefieren que culmine el debate para hacerla explícita. Algo parecido harán los socialistas: “Vamos a esperar las presentaciones de hoy y mañana pero tenemos una mirada crítica respecto de la forma en la que se llegó a este acuerdo”, adelantaron a PáginaI12. Igual, buscarán acercar posiciones para actuar en sintonía.
El Interbloque Provincias Unidas está conformado por dos diputados del oficialismo misionero del Frente de la Concordia y otros dos del oficialismo rionegrino de Juntos Somos Río Negro. Los misioneros han actuado en tándem con el gobierno nacional, mientras los rionegrinos han repartido apoyos y cuestionamientos a la Casa Rosada. Por ahora, en los gobiernos provinciales prima el respaldo al acuerdo con el FMI.
Quienes sí tienen postura definida en contra del acuerdo son los 4 diputados del interbloque del Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (PTS y PO) y otros 4 que reúnen los dos bloques “libertarios” (Avanza Libertad y La Libertad Avanza), pero por motivos diametralmente opuestos. El FIT rechaza el acuerdo con el FMI porque “no avalamos la estafa de la deuda contraída por Macri” ni los “ajustes” que implicaría para los sectores populares y los condicionamientos que impone el organismo multilateral de crédito en la política económica doméstica.
Mientras, los ultraconservadores “libertarios” reclaman mayor ajuste fiscal con los mismos argumentos que los llevaron al Congreso. "Es una vergüenza seguir castigando al sector privado en favor de los parásitos", sostuvo Javier Milei. “El déficit fiscal del gasto público no está en los subsidios, sino en el sobreempleo, la burocracia infame, las empresas deficitarias. Me parece ridículo que el único componente del gasto público sean los subsidios energéticos”, agregó José Luis Espert, en la misma línea.