En horas clave, desde el oficialismo sostienen negociaciones contrarreloj para que el proyecto de entendimiento con el FMI, que el Ejecutivo envió al Congreso y que se empezó a tratar ayer lunes en Diputados, sea aprobado antes del 22 de marzo. En el tramo final, la ardua tarea oficialista para tratar de solucionar la gigantesca deuda que dejó el gobierno de Mauricio Macri tiene dos grandes frentes: el interno --convencer a los propios dentro del FdT que siguen teniendo dudas o directamente están en contra del acuerdo-- y el externo, que parecía que estaba controlado, pero que a último momento cambió porque, según fuentes del Gobierno, "la oposición juega con el "nos necesitan a nosotros'", y presiona con aprobar "solo una parte del proyecto".
Con el objetivo de convencer a propios y ajenos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, estuvo en el Congreso el domingo y también el lunes en la reunión de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Finanzas. En paralelo, las conversaciones y reuniones no se frenaron. Mientras Guzmán hablaba ante los diputados, el jefe de la bancada oficialista, Germán Martínez, seguía negociando con opositores y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, citó a los líderes de los bloques que conforman JxC a una reunión este martes para acercar posiciones.
Toma y daca con la oposición
En Balcarce 50 siguen de cerca de las negociaciones del Congreso. Sobre la oposición, contaron a Página/12 que "se está charlando y tratando de buscar una fórmula". Más temprano, Martínez había asegurado que el memorándum técnico acordado entre el Gobierno y el FMI no podrá ser modificado. El acuerdo “se vota o se rechaza”, definió el jefe de la bancada oficialista y dejó en claro que “en ningún caso los diputados vamos a poder incorporar nada ni vamos a poder seccionar internamente el texto acordado”. Lo que sí podrá retocarse, aclaró, son “algunos aspectos” redactados en el tramo del proyecto de ley en que el Gobierno explica los pormenores, el contexto y las proyecciones del entendimiento.
Desde el Ministerio de Economía aseguraron a Página12 que "lo que se vota es el refinanciamiento a través de un programa. El proyecto es uno". Martínez, a su vez, hizo “un llamado al compromiso de todos los sectores opositores” para sancionar y no rechazar la iniciativa. “Es un tema que necesita que salgamos de actitudes propias de nuestros espacios para avanzar y encaminarnos a una aprobación amplia”, dijo.
Desde el oficialismo esperan que el jueves, o a más tardar el viernes, el proyecto pueda ser votado en el recinto. En esa línea, hoy martes el jefe de Gabinete, Juan Manzur, se reunirá a las 11 de la mañana en Casa Rosada con un grupo de gobernadores oficialistas con los que por la tarde irá al Congreso a la reunión de comisiones.
Empresarios y sindicalistas al Congreso
Antes, por la mañana, se harán presentes en las reuniones de comisión distintas organizaciones de la sociedad civil, como representantes del campo, de los industriales, de organizaciones sociales y sindicalistas. Irán la CGT; la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma; la Corriente Federal de Trabajadores; el Conicet; la UIA; el Grupo de los Seis; Came; la Confederación General Empresaria; los Industriales Pymes Argentinos; la Fundación ProTejer; Apyme y Enac.
"Massa está abocado a la búsqueda de consensos en general, se estuvo reuniendo en las últimas semanas con los principales líderes de la oposición: con la gente de JXC, de Consenso Federal, de la izquierda, con los federales que responden a gobernadores y también con diferentes referentes del oficialismo. En la última semana estuvo con Máximo Kirchner, con el presidente Alberto Fernández en Olivos y con Manzur en Tucumán", aseguraron a este diario desde el entorno del presidente de la Cámara Baja.
"Está en esa búsqueda constante de diálogo y consenso y trabajando con todos en buena sintonía porque este no es un problema de un gobierno, sino de un país", añaden cerca de Massa. Desde el Ejecutivo confían en que se va a llegar a la aprobación con el tiempo justo antes del 22 de marzo y que no será necesario extender los tiempos, ni que Fernández saque el acuerdo por decreto.
Debate interno
Las tensiones internas, sin embargo, no están resueltas. Ayer el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, criticó a los dirigentes del FdT que se oponen al acuerdo. “No entiendo por qué algunos compañeros no están convencidos”, dijo y subrayó que “hay que acompañar al Presidente que consiguió el mejor acuerdo con las herramientas que tenía”.
Figuras con mucho peso dentro del bloque oficialista, que conversaron con este diario, opinaron que "lo que heredamos es un cagadón que se mandó el gobierno anterior y, más allá de lo que suceda en estos días, hay un juicio penal que hay que seguir y nosotros tenemos que decir y recordar eso". A su vez, expresaron que "el objetivo es que voten negativo la menor cantidad de compañeros posible y lo mismo con las abstenciones. Esta es la apuesta. En esa línea venimos trabajando y se ha avanzado bastante". La renuncia de Máximo Kirchner a liderar la bancada, opinan, "no es contra el bloque, lo hemos hablado con él, es una postura política que tomaron porque creen que eso tendrá sus réditos más adelante".
Más allá de la postura del expresidente del bloque oficialista, otros miembros de mucho peso dentro de La Cámpora, como el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y también el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, dieron su visto bueno al acuerdo. Desde el Gobierno también destacan que distintos diputados de La Cámpora estuvieron en la reunión del domingo con Guzmán y que la diputada de la Cámpora Paula Penacca --que a su vez es la secretaria parlamentaria del bloque-- "está trabajando bárbaro", con ellos. Máximo, dicen cerca de Fernández, "no le pide a nadie que se inmole con él", y confían que el jueves o viernes contarán con los votos necesarios en el recinto.