La fiscalía del estado de Querétaro informó este martes que detuvieron a 10 personas en el marco de la investigación por los graves hechos de violencia sucedidos el sábado pasado en el estadio de Querétaro, cuando el equipo local enfrentaba al Atlas de Guadalajara por la novena fecha del torneo mexicano.
A tres días del hecho ocurrido en el estadio Corregidora, en donde hubo 26 heridos según cifras oficiales -aunque en un primer momento y por las imágenes que recorrieron el mundo se estimaba que había decenas de fallecidos- se detuvieron a los sospechosos.
La investigación
El comunicado de la fiscalía de Querétaro detalla que los primeras detenciones se realizaron luego de 21 órdenes de allanamiento.
Durante el proceso se secuestraron "82 prendas deportivas con logos del equipo de Querétaro, cuatro pares de zapatillas -algunos con posibles manchas de sangre- y 22 teléfonos celulares".
Para identificar a los violentos, la fiscalía analizó "583 imágenes, 78 videos, más de mil mensajes con información y denuncias anónimas" y además se cotejaron las cámaras de vigilancia del Estadio Corregidora.
Los detenidos están investigados por delitos de homicidio en grado de tentativa, violencia en espectáculos deportivos y apología del delito.
En tanto, de los 26 heridos reportados, ya fueron dados de alta 22, según el último reporte del Gobierno del estado de Querétaro.
Cristante y las "amenazas de muerte"
Por su parte, Hernán Cristante, entrenador argentino del Querétaro, aseguró que sus jugadores fueron "amenazados de muerte" tras los graves incidentes registrados en Jalisco entre hinchas de su equipo y los de Atlas.
"La desafiliación es uno de los temores que hay, pero ese temor no se asemeja a que estén amenazando de muerte o algo a tu familia, eso es peor", expresó el DT.
Cristante, quien en Argentina supo atajar en Platense y en la Selección Nacional cuando Daniel Passarella era el entrenador, reconoció que "esto afectó a las familias del futbol mexicano y trascendió a niveles que lamentablemente no tenía que haber trascendido".
"Que mis jugadores lleguen llorando a entrenar o que sus hijos les pidan que ya no vengan a entrenar... Eso es terrible", explicó Cristante en una conferencia de prensa luego de los graves incidentes ocurridos en el partido entre su equipo y el Atlas, que dirige otro argentino, Diego Cocca.
Quien lleva más de 20 años en tierras mexicanas adonde llegó como jugador y se quedó como entrenador, indicó que gente de su plantel "fue a ver si los jugadores del Atlas o los árbitros necesitaban algo, tratando de soportar a otra gente que no entraba en razón".
"¿Cómo disuadir o persuadir a alguien que quiere meterse a un túnel donde uno quiere resguardar a la gente para reventar? Nosotros no estamos preparados para recibir amenazas", sentenció.
Cristante dijo que el plantel está "quebrado emocionalmente" por lo sucedido, y casi que entendió que tras el "caos absoluto" que se registró en el estadio "no sería nada extraordinario que alguien llegara mañana y diga no quiero continuar".