Empresas, organizaciones, políticos e incluso gobiernos aprovechan el 8M, Día Internacional de la Mujer, para hacer un lavado de imagen rosa, más conocido como pinkwashing.
Feminismo, colectivo LGBT y lavado de imagen rosa
Esta estrategia consiste en demostrar que se interesan por la causa feminista o del colectivo LGBT, cuando en realidad el verdadero objetivo es únicamente comercial o político, según la entidad o persona que lleve adelante la campaña de lavado de imagen rosa.
Publicitarias.org: 3 consejos contra el pinkwashing
El pinkwashing es el uso de consignas y reivindicaciones del movimiento de mujeres con fines comerciales, pero sin un compromiso real con las luchas de ese colectivo. Es decir, aparentar algo que no se es realmente. La organización publicitarias.org comparte 3 recomendaciones para evitar el pinkwashing este 8 de marzo:
- Preguntarse si el #8M es relevante para la marca: no es necesario que las marcas hablen de todos los temas. Si una empresa tiene intereses muy diferentes a los reivindicados por la lucha del movimiento de mujeres es al menos sospechoso que muestren su interés justo ese día.
- Hablar de la fecha y la problemática que viven las mujeres antes que de la marca: la prioridad del día no es aumentar las ventas, sino acompañar con una acción de comunicación.
- Consultar con especialistas en temáticas de género: muchas marcas debieron bajar contenidos publicitarios por tener contenido ofensivo para diversos grupos. La mejor manera de evitar este tipo de escándalos es sumar a personas formadas en las temáticas que a la marca le interesa manifestarse antes de hacer públicos los contenidos.