"Un sitio para que las mujeres vícticmas de violencia de género que están en el hogar hasta que puedan empoderarse y seguir adelante, puedan reconocer que la lucha y la forma de construir es en base de la solidadridad y puedan comprender la historia que se vivió", dijo Emperatriz "Monena" Márquez, sobreviviente del terrorismo de Estado y fundadora del Hogar de Mujeres Warmi.

La inauguración del sitio de la memoria fue el homenaje por el Día de la Mujer Trabajadora que el Hogar realizó con la participación de mujeres familiares de víctimas de la dictadura en Catamarca. Ellas sembraron 12 plantas, una por cada mujer catamarqueña desaparecida en el último gobierno de facto: Nelly Yolanda Borda, Teresita Lisarraga de Fredolino, Gricelda Ponce, Aida Villegas, Georgina del Valkw Acevedo, Ramona Leiva, Sara Kosoy, Rosario Aredez, Ilda Palacio, Florencia Rojas, Georgina del Valle.

Violencia sexual en la dictadura

La directora del Warmi Tamara Franco explicó a Catamarca/12 la importancia de vincular la memoria con la violencia de género: "Principalmente por los testimonios de violencia sexual en su mayoría relatados por la sobrevivientes. Y en que primera instancia no se tomaron en cuenta en las políticas reparatorias. A la vez para visibilizar esta violencia que sufren muchas de nuestra mujeres y que esta tan naturalizada" dijo Franco.

Hoy se presenta el libro Mujer y terrorismo de Estado en la Biblioteca popular Manuel Ponferrada en La Chacarita, a partir de las 19 horas.

Segú la CONADEP un 30% de las víctimas del terrorismo de Estado ejercido por la dictadura cívico militar instaurada en Argentina a partir del 24 de marzo de 1976 fueron mujeres. 

"La violencia sistemática sufrida por las mujeres en los centros clandestinos de detención de aquellos años fue específica, sistemática y planificada, tuvo claras intenciones, partió de estereotipos de género, y los profundizó en nuestra sociedad", expresa la reseña. 

El libro busca poner en agenda la discusión en las voces de mujeres de diferentes puntos del país que fueron víctimas de violencia en la última dictadura cívica militar, con un anclaje en el presente y con una perspectiva de género.

En este sentito Monena reconoce que es una perspectiva nueva y que hecha luz "cómo las mujeres fueron doblemente estigmatizadas y torturadas por su situación de mujer". 

Otro libro, Grieta en el Silencio. Una investigación sobre la violencia sexual en el marco del terrorismo de Estado, fue una bisagra para que las mujeres que estuvieron en prisión durante la dictadura reconozcan los diferentes abusos sexuales que sufrieron, en este sentido Monena relata: "Casi el 100% de las mujeres que fuimos detenidas comenzamos a mirarnos nuestra historia y reconocernos por primera vez, por ejemplo en mi caso, el año pasado, pude reconocer que yo he sufrido violencia y abuso sexual, porque en la tipifiación que marca la ampliatoria de lo que significa una categoría no solamente de tortura, sino de mucho más allá, de los 15 ítems yo había vivido 8".

Y agrega que la situación fue subestimada no solamente por la sociedad sino también por la Iglesia y Justicia. "Los curras capeyanes de las cárceles minizaban la situación, decían que no hubo violación cuando se contaba que había compañeras que habían sido penetradas con picana en el ano, vagina y que han sufrido desnudez y manoseo, ellos consideraban que la picana era aceptable para sacar información, por lo tanto no era una violación. Es ese el patriarcado que nos tocó vivir a nosotras".

Monena, confiesa: "Fue muy fuerte... encontrarme en 8 ítems de los 15. Todavía conmueve en mi ser pero lo puedo hablar y denunciar".

En este caso, Mujer y terrorismo de Estado surgió del proyecto interdisciplinario e interinstitucional Mujeres y Dictadura y mañana estarán presentes parte de las integrantes de diferentes provincias: Emperatriz “Monena” Márquez y Sara “Coca” Luján, se realizará una charla con las compañeras Eugenia Cattáneo, Vilma “Chiqui” Rial, Gladys Elvira, Cristina Cévoli, Argentina López y Diana Quirós y Viviana Nardoni.