Los restos del barco "Endurance", del explorador angloirlandés Sir Ernest Shackleton, fueron encontrados en la Antártida, más de un siglo después de haber protagonizado uno de los naufragios más famosos del mundo. Así lo informaron este miércoles los responsables de la expedición, y aseguraron que este descubrimiento es un "hito en la historia polar".
El barco fue descubierto a una profundidad de 3.008 metros en el mar de Weddell y aproximadamente unos seis kilómetros al sur del lugar en que se hundió.
"Estamos abrumados por nuestra buena fortuna de haber localizado y capturado imágenes del Endurance", dijo el director de la expedición Mensun Bond, en el comunicado de prensa.
Un barco intacto y en brillante estado de conservación
"Este es, por lejos, el mejor barco de madera hundido que he visto en mi vida. Está erguido, orgulloso en el fondo marino, intacto y en un brillante estado de conservación", señaló Bond y remarcó: "Este es un hito en la historia polar".
La expedición de búsqueda, organizada por el Fideicomiso del Patrimonio Marítimo de las Malvinas, incluyó a unas 100 personas y zarpó de Sudáfrica el 5 de febrero con la esperanza de encontrar estos restos.
El equipo trabajó desde el buque de investigación y logística polar de Sudáfrica, utilizando vehículos de búsqueda submarinos híbridos de última tecnología para explorar la zona, descrita por el propio Ernest Shackleton como la "peor parte del peor mar del mundo".
Cómo fue el naufragio del Endurance
Hace más de un siglo, Shackleton quiso cruzar la Antártida, en una travesía de 2.900 kilómetros a través del continente helado, del mar de Weddell al mar de Roos, pasando por el Polo Sur, pero en enero de 1915 el navío se vio atrapado en la capa de hielo del mar de Weddell.
Shackleton había partido con el Endurance desde el Támesis el 1 de agosto de 1914. Unos años antes, en 1911, Roald Amundsen había logrado la hazaña de llegar hasta el Polo Sur.
El Endurance permaneció bloqueado meses y finalmente fue perforado por el hielo y se hundió. Tras el naufragio, a solo 160 kilómetros de la Antártida, Shackleton dirigió a los 28 hombres que viajaban en el buque hasta la Isla Elefante, donde la gran mayoría sobrevivió meses alimentándose de focas y pingüinos. "Está aplastado más allá de toda esperanza de ser enderezado", dejó escrito Schackleton al abandonar el navío con su tripulación el 27 de octubre.
El heroico viaje de Ernest Shackleton
Shackleton sabía que nadie iría a buscarlos, por lo que decidió dejar a 22 de sus hombres esperando en la Isla Elefante y partir con el resto de sus marineros en un bote salvavidas rumbo a la isla San Pedro en una épica gesta en busca de ayuda.
Diecisiete días y 1.300 kilómetros después, llegaron a un centro ballenero y cuatro meses más tarde regresaron a la isla en busca de los 22 tripulantes que se habían quedado atrás. Logró rescatar con vida a todos, por lo que su periplo es recordado hasta hoy como un viaje heroico.
"Esperamos que nuestro descubrimiento involucre a los jóvenes y los inspire con el espíritu pionero, el coraje y la fortaleza de aquellos que navegaron en el Endurance a la Antártida", agregó Bond.
El naufragio está protegido como Sitio y Monumento Histórico en virtud del Tratado Antártico, lo que garantiza que, mientras el barco está siendo inspeccionado y filmado, no será tocado ni perturbado de ninguna manera.