Dos ciudadanos estadounidenses, condenados a prisión bajo cargos de corrupción y terrorismo, llegaron este miércoles a Estados Unidos luego de ser liberados en Venezuela, días después de la sorpresiva reunión en Caracas de una delegación de Washington con el presidente Nicolás Maduro. Se trata de Gustavo Cárdenas, exvicepresidente de Relaciones Estratégicas de Citgo, filial de la estatal PDVSA en Estados Unidos, y del cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández. La medida es vista como una señal de buena voluntad tras las conversaciones que ambos países reiniciaron para reanudar el comercio de petróleo, como consecuencia de las duras sanciones estadounidenses contra Rusia.
El encuentro en Caracas marcó un giro en las relaciones bilaterales, rotas en 2019 después de que la Casa Blanca considerara fraudulenta la reelección de Maduro el año anterior y reconociera, al igual que más de 50 países, al dirigente opositor Juan Guaidó como presidente interino. A raíz de esos comicios Venezuela se encuentra bajo una batería de sanciones, incluido un embargo petrolero que le impide negociar el crudo en el mercado estadounidense. Desde entonces Maduro ha contado con el apoyo de Rusia para poder seguir exportando petróleo, por lo que las sanciones de Washington a Moscú buscan aislar al gobierno de Vladimir Putin de sus aliados latinoamericanos en medio de la invasión a Ucrania.
Biden celebra
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró este miércoles la liberación de los dos ciudadanos estadounidenses "injustamente" detenidos en Venezuela. En un comunicado, Biden celebró la "vuelta a casa" de Cárdenas y Fernández. "Estos hombres son padres que perdieron un tiempo precioso con sus hijos y con todo el mundo a quien aman, y sus familias han sufrido cada día de su ausencia", aseguró el presidente.
Por su parte el secretario de Estado, Antony Blinken, confirmó el regreso de los exdetenidos al país. "Expresamos nuestro más profundo agradecimiento a nuestros muchos socios en todo el mundo que se unieron a nosotros para pedir su liberación", señaló Blinken, quien agregó: "Seguimos presionando para que se libere a todos los ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente en Venezuela y en todo el mundo".
¿Quiénes son los liberados?
Uno de los liberados el miércoles es Gustavo Cárdenas, ex vicepresidente de Relaciones Estratégicas de Citgo, filial de PDVSA en Estados Unidos. El empresario estaba detenido desde 2017 junto con otros cinco miembros de esa compañía que, sin embargo, siguen en esa situación por haber firmado contratos que "comprometían el patrimonio nacional". El cuatro de febrero pasado el Tribunal Supremo de Justicia ratificó las condenas.
El segundo liberado es el cubano-estadounidense Jorge Alberto Fernández, detenido a principios de 2021 bajo cargos de terrorismo que la Casa Blanca había descripto como "espurios". Estados Unidos también pide la liberación del exmarine Matthew Heath, detenido desde septiembre de 2020, acusado de espionaje y de tramar supuestos planes para atacar instalaciones petroleras y eléctricas; así como de otros dos veteranos militares, Airan Berry y Luke Denman, arrestados por una fallida incursión por mar para derrocar a Maduro en mayo de 2020.
Señales de acercamiento
La liberación de los ciudadanos estadounidenses se produjo después de las reuniones que este fin de semana, y por primera vez en años, mantuvieron delegados de los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela en Caracas. El encuentro fue promovido por Washington con el objetivo de que Venezuela supla el petróleo que Estados Unidos dejará de comprarle a Rusia debido al embargo dispuesto por Biden, como represalia a la invasión rusa a Ucrania.
"Fue una reunión muy diplomática y estuvimos casi dos horas hablando" en un ambiente "respetuoso" y "cordial", relató el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y confirmó que él mismo participó de la reunión, acompañado por su esposa, la diputada Cilia Flores, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez.
"Allí estaban las banderas de Estados Unidos y de Venezuela y se veían bonitas las dos banderas, unidas como deben estar", describió Maduro, quien además destacó que ambas partes acordaron "trabajar en una agenda hacia delante sobre temas de máximo interés de Venezuela y del mundo".
En tanto la vocera del gobierno estadounidense, Jen Psaki, dijo que "el propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas que incluyen ciertamente energía y seguridad energética". Psaki sostuvo en rueda de prensa que el diálogo sobre energía y el destino de los detenidos estadounidenses eran "conversaciones separadas", aunque aclaró que Estados Unidos sigue abierto a hablar sobre "una variedad de temas" con el gobierno de Maduro.
Estados Unidos y Venezuela rompieron relaciones diplomáticas a principios de 2019, cuando el entonces gobierno de Donald Trump desconoció el mandato que inició entonces Maduro y reconoció en ese cargo al autoproclamado Juan Guaidó. La situación no cambió a principios de 2021, cuando Biden sucedió a Trump.
Es más, desde la asunción del veterano líder demócrata Washington intensificó las sanciones aplicadas contra Caracas, redujo sus compras de petróleo venezolano y las reemplazó por crudo ruso. Anunciadas las sanciones petroleras contra Rusia, Washington prorrogó el decreto que designa a Venezuela como "amenaza inusual y extraordinaria" a la seguridad estadounidense, pero al mismo tiempo inició negociaciones para comprarle el suministro.
Maduro, listo para venderle petróleo a EE.UU.
Maduro había anticipado el jueves pasado que Venezuela está preparado para venderle petróleo y gas a Estados Unidos. "Estamos listos para llegar a tres millones de barriles en poco tiempo. Invito a inversionistas de Europa, Estados Unidos, Asia y América del Sur. Ahí está el petróleo venezolano, que es un petróleo seguro para darle estabilidad al mundo, incluyendo a Estados Unidos", dijo en aquella ocasión.
El especialista en economía e hidrocarburos, Antonio De La Cruz, aseguró al diario El Nacional que la delegación estadounidense viajó a Caracas el fin de semana acompañada de Javier La Rosa, presidente de Chevron en Venezuela y otro alto ejecutivo de la compañía. "Esto es con la intención de que esos 550 mil barriles que importa Estados Unidos no tengan un impacto sobre el precio del barril", algo que de todas formas ya está ocurriendo, explicó De La Cruz, quien en paralelo recordó que "estamos en un año electoral que tendría un alto impacto para el voto de los demócratas, porque podrían perder las Cámaras de Representantes y el Senado".
"Transición a la democracia"
La oposición venezolana celebró este miércoles el "reencuentro" entre ambos países, aunque pidió condicionar a una "democratización del país" cualquier acuerdo energético con el gobierno de Maduro. "Todo levantamiento de sanciones debe estar condicionado a avances reales hacia la transición a la democracia y la libertad de Venezuela", escribió en un comunicado el equipo de Juan Guaidó.
Maduro anunció el reestablecimiento de la mesa de diálogo con todos los sectores políticos en búsqueda de la recuperación económica y la estabilidad del país. "Hemos decidido reactivar el proceso de diálogo nacional con todos los factores políticos, económicos, religiosos del país. Vamos a un reformateo de un proceso de diálogo nacional, más inclusivo, más amplio", anunció el mandatario venezolano.
El gobierno venezolano y la oposición acordaron la mesa de negociación en México en agosto de 2021, pero está suspendida desde octubre tras la extradición a Estados Unidos del empresario Álex Saab, supuesto testaferro de Maduro. Saab fue detenido en Cabo Verde en 2020 a raíz de una orden de captura internacional pedida por la justicia estadounidense. El empresario enfrenta un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero en una corte de Miami, del que se declaró "no culpable" el pasado 15 de noviembre.