La partida de su Valcheta natal rumbo a Bahía Blanca a los 18 años para estudiar Economía en la Universidad Nacional del Sur (UNS) es hoy un recuerdo. El presente está marcado por su contribución en la lucha contra la pandemia. Por esa labor el presidente Alberto Fernández la distinguió junto a otras 18 científicas. María Dulce Henríquez Acosta es economista, docente e investigadora de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), en la sede Alto Valle y Valle Medio, e integra el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Territorio, Economía y Sociedad (CIETES), perteneciente a la Sede Andina de la UNRN.
El 11 de febrero pasado María Dulce recibió el “Reconocimiento a mujeres en la etapa inicial de las carreras de investigación por su labor científica sobre COVID-19”, en el marco del Día de la Mujer y la Niña en las Ciencias, por su desempeño en el proyecto “De pandemias y seguridad alimentaria: mapeo de circuitos cortos de abastecimiento en Río Negro”, que fue dirigido por Evelyn Colino (UNRN-CONICET) y desarrollado en el marco del “Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19” del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación.
“Sentí mucha emoción por el reconocimiento ya desde el día anterior, porque las diecinueve mujeres premiadas nos juntamos y nos conocimos. Fue muy emocionante saber que había muchas mujeres que habían pasado lo mismo que yo, plantearse esta disyuntiva de estudiar o dedicarse a sus hijos. Ojalá que las mujeres que se sumen a las ciencias no vean frustrada su carrera por tener que priorizar tareas de cuidado”, aseguró Henríquez Acosta en diálogo con el Suplemento Universidad.
Este dilema entre el cuidado de su familia o estudiar estuvo presente durante toda su trayectoria académica. Una vez recibida como Licenciada en Economía en la Universidad Nacional del Sur, debió abandonar el país por motivos familiares. Regresó en 2008 y se incorporó al ámbito académico para realizar una maestría en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). “En un momento tuve que dejar de estudiar y parar mi formación. Se me hacía muy complicado con los chicos, sola en la ciudad. Retomé cuando mis hijos estuvieron más grandes”, subrayó.
Luego de continuar con la maestría, comenzó un doctorado en Ciencias Sociales en la UNRN. Sus primeras investigaciones estuvieron relacionadas con cuestiones que ya abordaba en su vida profesional. “Trabajé en la Secretaría de Agricultura Familiar con organizaciones sociales. Cuando me involucré más en el ámbito académico, empecé a investigar sobre esos temas que son los que me gustan y los que sé, para poder comprender mejor esos procesos”, señaló.
La crisis desatada por la pandemia de COVID-19 expuso las complejidades en el acceso a los alimentos en la región patagónica. “Acá todo nos queda muy lejos. Hay alimentos que llegan desde muchos lugares del país, recorren largas distancias”, destacó. En ese marco, María Dulce integró un grupo de investigadores del CIETES que comenzó a estudiar los circuitos cortos de abastecimiento de alimentos presentes en Río Negro, con la colaboración de la cooperativa Surgente, para la realización de entrevistas en territorio. Esta metodología de Investigación Acción Participativa permitió relevar más de setenta experiencias en toda la provincia.
En ese sentido, reflexionó: “Una de las cosas que habría que fortalecer en la post pandemia es la producción de alimentos de cercanía. Nosotros nos enfocamos a mapear esas experiencias. Lo que uno más conoce son las ferias, pero hay otras organizaciones de productores que comercializan en sus lugares y que también promueven y alientan la agricultura familiar”.