Esta semana se vivió en la ciudad de General Güemes una situación que sorprendió a propios y extraños, ya que a pesar de que las sesiones legislativas en la localidad comienzan el primero de abril, los concejales decidieron derogar el presupuesto 2022 en una sesión extraordinaria convocada por su presidenta, la ex intendenta Alejandra Fernández, solo a tal efecto. De la sesión participaron llamativamente 8 de los 9 integrantes donde todos, incluidos tres oficialistas, votaron por la derogación.
Entre los argumentos que utilizaron los ediles para defender la decisión de dar marcha atrás con la ordenanza, aprobada por ese mismo cuerpo en noviembre de 2021, se encuentra que el intendente Sergio Salvatierra no había enviado aún el tercer informe trimestral del año pasado, que indicaba que en el presupuesto se congelaban partidas para el Concejo Deliberante, así como los honorarios de sus asesores y un recorte en los sueldos.
Pero fundamentalmente sostuvieron que el intendente decidió adelantar el tratamiento presupuestario antes que cambie la composición de los integrantes del Concejo tras las elecciones de agosto. Hasta el 10 de diciembre el oficialismo conservaba la mayoría de 5 a 4, pero a partir de esa fecha se revertía la ecuación. En ese sentido, los ediles recordaron que como se envió antes de conocerse los presupuestos provincial y nacional, faltaban muchos detalles como, por ejemplo, lo que recibiría la ciudad en términos de coparticipación.
La ex concejala por el Frente de Todos Lorena Cejas sostuvo que lo que hizo la mayoría de los ediles fue correcto, y que se lo habían adelantado al jefe comunal en noviembre, cuando Salvatierra impuso su mayoría sin escuchar las quejas de los opositores. “El presupuesto lo enviaron antes que se presenten los presupuestos de Nación y provincia, y si bien los municipios son autónomos, siempre se esperan los detalles de coparticipación y lo que se destinará en obras para avanzar con la definición de dónde se dispondrán los recursos”, esgrimió.
“En ese momento yo fui una de las que se opuso a ese presupuesto, y la votación quedó 5 a 4”, explicó la ex edila, a la vez que añadió que “estaba muy mal elaborado, sin detalles claros” y, según Cejas, con bajas en áreas muy sensibles, “nunca podés presupuestar menos de un año al otro, porque aumenta la coparticipación, pero también aumentan las necesidades, la inflación y las tarifas, que este gobierno ya las subió dos veces”.
Relató que tampoco acompañó en aquel momento el proyecto porque nunca recibieron las cuentas de los ejercicios trimestrales de 2021, “no tenemos idea de cuales fueron los recursos que recibió por pandemia y cuál fue su destino y tampoco los montos recaudados por los sucesivos aumentos tarifarios”.
Con respecto al recorte del sueldo de los concejales en alrededor de un 50%, que según Cejas significó que queden en menos de $24.000 y desde el Ejecutivo sostienen que supera los $30.000, consideró que fue una bajeza con tintes políticos contra Alejandra Fernández, quien cuando era intendenta y Salvatierra concejal, también echó mano a los recursos de los ediles. Y le recordó al intendente que ya le habían anticipado que esto sucedería “porque ese presupuesto es de terror, no está claro, y se apuró a presentarlo para imponer su mayoría”, concluyó.
Este fue el segundo intento de la nueva composición del Concejo por derogar la ordenanza que aprobó el presupuesto. Los últimos días de diciembre ya habían convocado a una extraordinaria, pero en aquella ocasión solo se presentaron los 5 concejales opositores y cometieron algunos errores administrativos que les valieron la nulidad. Pero en esta ocasión se presentaron tres de los cuatro oficialistas y avalaron la iniciativa.
La única que no se presentó fue Estela Pérez, quien hasta diciembre fue la presidenta de ese cuerpo deliberativo y que renovó por tercera vez su banca. En diálogo con este medio reconoció que la tomó por sorpresa la decisión de sus compañeros de bancada de presentarse y apoyar una moción que tildó de “irresponsable” por dejar al municipio sin una adecuada previsión de cómo se distribuirán los recursos anuales. Al tiempo que aseveró: “muchos de ellos lo único que quieren es poner palos en la rueda a esta gestión, cuando lo único que hacen es perjudicar a los vecinos”.
La concejala negó que el intendente haya buscado imponer el presupuesto y recordó que esa modalidad de presentar el presupuesto en noviembre también la utilizaba su antecesora, quien ahora al frente del Concejo las rechaza. De todas maneras aclaró que en este segundo intento de sesión extraordinaria “no hubo taquígrafo”, por lo que se podría considerar nuevamente nula la votación “ya que no quedó constancia”.
Desmintió falencias en el presupuesto presentado y atribuyó la decisión de derogarlo a que "solo les importa el sueldo". "El proyecto estuvo más de 20 días en comisión y se hicieron algunos cambios a pedido del Concejo", añadió.
Por último, lamentó el accionar de los ocho ediles que votaron la derogación "porque impide ejecutar obras que estaban previstas, como las de cloacas o cordones cunetas en barrios que lo necesitan”, al tiempo que les reprochó a los integrantes que asumieron en diciembre que "no vinieron con propuestas para agregar obras o nuevos proyectos, sino que solo pidieron una extraordinaria para derogar el presupuesto y que no les toquen un peso, sin importarles las obras que se pueden caer".