Durante 2021, el video argentino más visto en YouTube fue el BZRP Music Sessions # 38, aquel "villarap" con L-Gante de invitado que está por alcanzar las 250 millones de reproducciones. Pese a la diferencia de márketing alrededor, el clip de The Wolf, el más consumido de Siamés en esa red social, ya tiene casi 150 millones. Nada mal para un grupo local "independiente por elección", como aclara Stöltz, frontman de esta banda que presentará su segundo álbum, Home, este viernes 11/3 a las 20 en el Teatro Broadway. "Lo que plantea la banda es un universo de animación y música."
Hace cuatro años, mientras se abría paso en el circuito porteño de recitales, el grupo lanzó el video del tema (incluido en su disco debut, Bounce Into the Music, de 2016) sin imaginarse que los convertiría en un fenómeno único en Argentina. "El director del video, Fernando Suniga, nos puso en contacto con los chicos del estudio de animación Rudo", evoca el cantante. "Nos gustó la idea de fundir nuestra música con lo que ellos hacen. Y nos planteamos apostar por ese formato, más allá de si nos iba bien o no."
--Demostraron que no hace falta ser mainstream para hacer dinero con YouTube.
--Si cobramos o no, no nos parece relevante. No somos youtubers.
--Pero su caso podría inspirar a otros músicos.
--Eso es relativo, tiene que ver con miles de aristas. Se puede hacer dinero en YouTube, pero no hay una sola variante. Además, siempre y cuando el objetivo no sea ése, en el arte o la música todo va a estar bien. Si las cosas se hacen con el corazón, eso te va a llevar a un resarcimiento económico o espiritual. En ese sentido, las plataformas son alucinantes: les dan la posibilidad a los artistas de mostrar lo que hacen. Es tan democrático que todos podemos hacer algo.
Al video de The Wolf le siguieron los de Mr. Fear (40 millones de reproducciones), Summer Night (17 millones) y No Lullaby (salió hace dos meses y ya tiene más de un millón), que apelan por el animé como soporte narrativo. "Desde el comienzo, nos importó no sólo el lenguaje musical sino también el visual", dice Stöltz, quien aparte es artista gráfico y diseñador. "Ahora van cuatro videoclips, y preparamos uno más. Queríamos filmar cortos y contar historias, y los videos nos ayudan a expandir el significado de las letras."
--El éxito de sus videos, ¿puede generarles una dependencia estética?
--Que suceda lo que tenga que pasar. Aunque no tememos que se genere esa dependencia. La gente no se queda solo con el video. Si bien lo más grande comienza ahí, gotea en las canciones y los shows. El público quiere vernos en vivo. Aunque en nuestros recitales no podamos explotar todo el componente audiovisual, porque no tocamos en salas grandes.
--¿Cómo es un show de Siamés?
--Somos una banda completa con bajo, batería, guitarra, teclado y voces. No es que hay un DJ o somos un karaoke. Tocamos en vivo las canciones, con el aliciente de que tenemos una pantalla gigante, varias visuales y una puesta de luces.
► La manada
Aunque lo del grupo coliderado por Piano Blakk está lejos de las pretensiones de Gorillaz o de Daft Punk en su álbum Discovery, igual no renuncian a sus intenciones de crear su propio universo. "Se armó una comunidad", comparte el frontman. "La gente viene haciendo cosplay de los personajes, con máscaras. En el show de Chile, por ejemplo, vinieron varios disfrazados como los personajes del video de Summer Night."
--La gente los quiere…
--Para una banda independiente o chica, que de pronto te presten atención... espero que lo podamos capitalizar. Lo veo como una oportunidad, encontramos una llave hacia la gente.
El grupo también se probó internacionalmente en México y Estados Unidos. "Nunca había salido de mi país", confiesa el artista, que finalmente pudo hacerlo con su música. "Lo que más me sorprende es que el público se parece. Da la sensación de que todos queremos lo mismo, de que las fronteras son estúpidas."
--¿Cuánto les interesa el arraigo? Sus videos son animés y cantan en inglés.
--Nos interesa ir sintiendo qué nos pasa con la música, y en este caso el idioma que elegimos fue el inglés. Nos inspiran bandas como Roxette o Phoenix, porque no son de países angloparlantes y les fue bien. Así que escogimos ese camino, siempre con la esperanza de llegar a los rincones más inesperados del mundo. Desde la India, nos escribieron e hicieron un video con un tema nuestro. Eso no hubiera podido suceder si no cantáramos en inglés.
--Tienen un pie en el indie y otro en la electrónica. ¿Hacia dónde va lo musical?
--Somos bastante ambiguos y eclécticos; no nos asusta que haya nuevos sonidos. Tenemos un tema como Underground, que pisa más en la guitarra, mientras que hay otros que son bombo en negra. Tratamos de darle a cada canción su espacio, y unificar el lenguaje musical para que se entienda que somos una banda. Pero sin miedo a experimentar. Al componer, nos entusiasma no saber lo próximo que sucederá.