El gobernador Omar Perotti confirmó ayer en su cargo al ministro de Seguridad, Jorge Lagna, tras la renuncia de Horacio Lucchini, el Director de Análisis Criminal Estratégico, que había asumido el cargo el 22 de diciembre y que fuera denunciado por cobrar favores y tratar de lucrar al mediar entre las dos bandas narco, más poderosas de Rosario. "El ministro tiene la libertad de buscar sus asesores, para sumarlos o para desprenderse de ellos, de cambiarlos. Y el ministro ha tomado una decisión en esa línea", dijo Perotti marcando claramente que la responsabilidad por el mal paso correspondía al ahora debilitado ministro.
De inmediato el mandatario santafesino expresó que Lagna "seguirá con su trabajo de la mejor manera, que es lo que deseamos todos". Y remató con un "por supuesto", cuando se le preguntó si le daba su "respaldo político" al titular de Seguridad.
En rigor, no es común que un gobernador entregue la cabeza de uno de sus ministros en la cresta de la ola, es decir en el pico de la polémica, sino cuando las aguas se aquieten. Esta máxima parece respetarse en estos tiempos, donde además, según reconocen puertas adentro del propio ministerio, es complicado generar un recambio.
Con respecto a Lucchini cabe recordar que debió renunciar luego de ser mencionado por una testigo protegida del caso Esteban Alvarado (uno de los narcos más importantes de Rosario) por presuntas maniobras de tráfico de influencias con otro narcotraficante preso: "Guille" Cantero, líder de la banda Los Monos.
Consultado al respecto, Perotti ayer destaco que Lagna "está desarrollando una tarea muy importante en un lugar muy difícil, en el que siempre hay que estar con diez ojos y dónde el esfuerzo a realizar es de mediano y de largo plazo".
El jefe de la Casa Gris aseguró a continuación que en Santa Fe habrá más policías, con mejor equipamiento, con escuelas de formación de agentes "en marcha", para "dar un salto de calidad" tecnológico que "también nos permita tener presencia en las calles aún cuando nos falten agentes". Y aseguró que a esta altura de su gestión "comenzamos a revertir algo que es imprescindible: tener más gente para tener más seguridad en las calles".
En la misma rueda de prensa en la capital provincial una periodista le recordó entonces a Perotti que siempre había dicho que en su gobierno hay un "basta de vínculos entre política y delitos" y mencionó a Lucchini y la denuncia en su contra. Le preguntó si lo había sorprendido lo ocurrido con el ahora ex funcionario provincial que está acusado de ofrecer ventajas en su régimen carcelario (incluso un teléfono las 24 horas) a un narco preso, mientras era empleado de un juzgado federal en Venado Tuerto.
"Más allá de obviamente de la sorpresa, creo que no tiene que quedar duda alguna. Después cada uno verá cuáles son los datos, cuáles son las sorpresas, cuáles las realidades y las certezas, de esta época y de otras anteriores. Se tiene que trabajar con la mayor tranquilidad y si el ministro entendía que frente a esta situación no era conveniente que siguiera en el cargo, yo respaldo su decisión". Respecto de si el gobierno llevará o no una denuncia ante la justicia sobre Lucchini, respondió: "si hay motivos se hará".