El dólar blue bajó 1,50 pesos y se ubicó en 203. Acompañó la tendencia del resto de los dólares financieros negociados en la bolsa. El contado con liquidación bajó 1,3 por ciento y cerró en 192,25 pesos. Desde su pico de enero ya acumula una merma de casi 48 pesos.  La negociación con el FMI que se acerca a su cierre luego de la votación en el Congreso es uno de los elementos importantes para explicar el retroceso de la brecha cambiaria.

En este panorama de menor presión externa el Banco Central recuperó la capacidad de comprar divisas en el mercado de cambios. La autoridad monetaria adquirió este jueves 8 millones de dólares mientras que en las jornadas previas llegó a comprar hasta 300 millones en una sola rueda.

El operado Gustavo Quintana estimó que en lo que va del mes el Banco Central ya compró 460 millones de dólares, los cuales se suman a las reservas y le permiten incrementar el poder de fuego. Con este panorama, los inversores del mercado dejaron de apostar por una devaluación, un punto que se observa en las caídas reiteradas de los contratos de dólar futuro.

Al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se le sumaron otros elementos de la coyuntura que fueron claves para reducir las presiones cambiarias. Por un lado el salto de los precios de las materias primas como el trigo, la soja y el maíz incrementa la expectativa de exportaciones y del superávit comercial para los próximos meses. Este fenómeno se acompaña además con el efecto de las subas de las tasas de interés en pesos que reduce los incentivos a la dolarización.

En contraste con estas variables que colaboraron en moderar las presiones del frente externo, la volatilidad e incertidumbre financiera que introduce la guerra en Europa es uno de los elementos que puede generar tensiones. Esto se debe a que los capitales internacionales buscan refugio ante la incertidumbre y salen de las economías emergentes. Por ese motivo aumentan activos como el oro y caen las bolsas de los mercados emergentes.

En la Argentina, si bien se observa una marcada volatilidad, el acuerdo con el Fondo Monetario parece ser uno de los factores que colabora con el rebote de los activos bursátiles. Por caso este jueves los bonos soberanos llegaron a marcar subas de más del 6 por ciento. No obstante, en jornadas previas habían registrado importantes retrocesos que habían colocado el riesgo país al borde de los 2000 puntos. El jueves cerró en 1834 unidades con una merma de 7 por ciento.

Además en el mercado consideran que la posibilidad de cerrar pronto en el Congreso el acuerdo con el organismo internacional también es un motor de impulso a las acciones locales, que durante los últimos meses registraron una importante volatilidad. En la jornada hubo empresas que llegaron a aumentar hasta 9 por ciento. Estas cifras se observaron, por ejemplo, en acciones de Cresud que cotizan en la bolsa de Nueva York.

A nivel internacional el panorama con los activos financieros es de fuerte incertidumbre. Existen rebotes en las bolsas de Estados Unidos cuando aparecen rumores de un alto al fuego en el conflicto bélico de Ucrania, que luego se transforman en importantes caídas cuando no se cumple la expectativa de un cese de la guerra.

Los activos también se encuentran golpeados por los resultados de la coyuntura de la economía norteamericana y global. Las altas tasas de inflación en Estados Unidos que llegaron a 7,9 por ciento interanual, es decir la cifra más elevada en 40 años, adelantan que las tasas de interés de la Reserva Federal subirán más de lo pensado provocando dificultades para el crecimiento. El precio récord del petróleo a nivel internacional también adelanta un problema de actividad económica a nivel global que ya registran los organismos internacionales.