Hoy se cumplen 46 años del secuestro y desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, "médico y militante popular que soñó y luchó por una Salta justa". Para recordarlo, la Mesa Provincial de DDHH de Salta hará una "volenteada de memoria y verdad sobre el accionar del terrorismo de Estado".
Nacido en Tucumán, Ragone se recibió de médico en 1946 y ese mismo año se inició en la función pública acompañando al médico sanitarista Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud que tuvo la Nación, en la primera presidencia de Perón.
Ya en Salta, Ragone militó dentro del peronismo en la línea del ex gobernador trabajador Carlos Xamena. Militaba en la Agrupación Lealtad y Lucha, Lista Verde, fundada durante los primeros años de la resistencia peronista y que interpelaba que en la provincia el partido de los trabajadores fuera conducido por los patrones.
“Empezamos a trabajar para cuestionar a la dirigencia del peronismo, dirigentes que venían de las patronales, algunos que eran terratenientes, y todo esto se llamó Peronismo Renovado, nuevo, tanto es así que la denominación de Lista Verde la pusimos como réplica de la Lista Verde que había organizado Andrés Framini en el Sindicato Textil de Buenos Aires", lo recordó alguna vez el histórico militante revolucionario Armando Jaime (f).
En la campaña la Lista Verde difundía el programa de Huerta Grande. Las listas rivales, la Celeste y Blanca y la Azul, la tildaban de comunista. En la Lista Verde confluían peronistas a secas y distintos sectores de la izquierda peronista, la JP y el Frente Revolucionario Peronista (FRP, una escisión del Movimiento Revolucionario Peronista).
El 11 de marzo de 1973, cuando fue electo gobernador de Salta, Ragone ya era muy popular en toda la provincia. Asumió en la tarde del 25 de mayo de 1973, después de pronunciar su discurso en la Legislatura, se trasladó caminando a la casa de gobierno, entonces ubicada en Mitre 23, en el corazón de la ciudad. Recorrer cinco cuadras le demandó una hora, rodeado de personas jubilosas que querían saludarlo, como muestra la imagen que ilustra esta nota.
Independencia económica y justicia social
Ragone llegó a la gobernación tras 18 años de dictaduras, y muchas personas que habían sufrido la persecución esperaban que juzgara a los represores, que en el futuro iban a tener una actuación criminal destacada en los años de terror.
Las palabras que pronunció Ragone en su discurso de asunción tienen una vigencia inquietante. Invitó a “superar el enfrentamiento entre argentinos”, pero también destacó la voluntad del peronismo, de “sacar al país de su situación de dependencia económica y a nuestro pueblo, de la injusticia social”.
Recordó que su plataforma electoral, basada en el plan de gobierno popular de Héctor Cámpora, enfrentaba la disyuntiva de la Argentina: "liberación o dependencia. Nos hemos pronunciado por la liberación, rechazando la dependencia”. Todos comprendían, dijo, “de qué y de quienes” debía ser esa liberación, no solo de los grandes imperialismos, sino que también "regionalmente debemos liberarnos e independizarnos, sabiendo que en Salta hay hombres que trabajan y hombres que viven del trabajo de los demás”.
“Un nuevo orden social surge con fuerza ante el fracaso del sistema liberal capitalista que ha sido incapaz de dar respuestas a los imperativos que el ser humano reclama desde su racionalidad”, afirmó.
Pretendía “defender los intereses de los obreros”; “atención médica completa y medicamentos gratuitos”; quería avanzar en el reconocimiento del derecho de los pueblos indígenas a su territorio. Jesús Pérez, que fue su ministro de Economía, y luego biógrafo, recordó que Ragone quería llevar a cabo una reforma agraria, pero se topó con el rechazo de los terratenientes y de los grandes empresarios reunidos en la Confederación General Económica (CGE). También impulsaba que la producción agropecuaria y minera saliera con valor agregado. E intentó reformar el sistema policial.
Pero, como tantas veces se ha visto con gobiernos populares, sus enemigos eran poderosos y su gestión duró apenas poco más de año y medio. La derecha consideraba que afectaba sus intereses; del otro lado, la izquierda peronista lo soñaba en ese bando, aunque el gobernador aclaraba siempre que era peronista a secas.
Uno de los primeros en sufrir la crueldad de la derecha fue el primer jefe de Policía de la gestión Ragone: el periodista, comerciante y compañero de militancia del gobernador Rubén Fortuny. Fue aesinado 27 de noviembre de 1973 en la vereda del Hotel Victoria Plaza, frente a la plaza 9 de Julio, por el ex oficial de policía y ex senador de la derecha justicialista Emilio Pavicevich, en venganza por sus acciones para “cambiar la policía represiva por la policía dirigida a proteger al pueblo”.
El gobierno de Ragone estuvo siempre en la mira de la derecha. En su obra Salta Montonera el historiador Daniel Escotorín sostiene que la Lista Azul y Blanca fue la primera en manifestar públicamente su oposición al nuevo gobierno. Ragone llevaba apenas mes y días en la gestión, pero ya entonces, en declaraciones al diario El Intransigente, el dirigente Carlos Pereyra Rozas lo llamó “peronista por accidente”. Era el puntapié inicial de una constante de acusaciones de infiltración marxista que no se iba a detener sino hasta la desaparición del gobernador.
Durante su breve gestión soportó al menos tres intentos de golpe de Estado. Siempre logró mantenerse, en gran medida, sustentado en su excelente relación con Perón. Por eso mismo, tras la muerte del general, el primero de julio de 1974, quedó prácticamente librado a su suerte, y el 23 de noviembre fue finalmente intervenido.
Entonces comenzó el terrorismo en Salta. En su sentencia del 12 de diciembre de 2011, en la conocida como Causa Ragone I, el Tribunal Oral en lo Federal 1 de Salta declaró que en la provincia el plan sistemático de eliminación de personas que llevó a cabo la última dictadura cívico militar comenzó en noviembre de 1974. “La presencia de las fuerzas militares con alto grado de autonomía en la provincia de Salta, comienza a verificarse en el año 1974. Ello por cuanto a partir del 24 de noviembre de ese año el poder político provincial es intervenido por la Nación, hecho que culmina con la destitución del gobernador Miguel Ragone, una de las víctimas de los presentes autos", sostuvo el Tribunal.
La mayoría de los funcionarios y funcionarias que acompañaron a Ragone fueron objeto de la represión: Pérez; el ministro de Gobierno, Enrique Pfister Frías; el intendente de Salta, Gerardo Bavio y el director de Comercio municipal Segundo Alvarez, fueron perseguidos. Y fueron desaparecides el director general de Promoción de la Comunidad, Felipe Burgos; la directora de Bosques, Carmen Berta Torres, y les funcionaries municipales María del Carmen Alonso de Fernández, Ramón Gerardo Gallardo. Como Fortuny, el director de Trabajo, Guillermo Álzaga, fue asesinado.
"(A Ragone) Se lo llevaron para imponer un modelo de hambre y exclusión, una Salta para pocos, con miedo, para disciplinar al pueblo que era protagonista de su destino. Hoy su memoria es la hoja de ruta para seguir luchando por esos sueños de dignidad", aseguró la Mesa de DDHH en la convocatoria al acto de hoy.
La volenteada será, a partir de las 17. La Mesa está integrada por Familiares de detenidos desaparecidos por razones políticas y gremiales, las asociaciones de Derechos Humanos Lucrecia Barquet y Coca Gallardo y la agrupación HIJOS Salta.