Georges Meliés es el nombre que aparece en la bibliografía de las escuelas de cine cuando se estudia sobre los artífices de imágenes en movimiento sobre celuloide contando una historia de ficción. Lo de la imagen en movimiento lo habían hecho los hermanos Lumière en 1895 pero en un sentido más científico probando lo que habían inventado: el cinematógrafo.
En esta semana particularmente atravesada por el impacto de los feminismos en la vida cotidiana y en la historia, aparece el nombre de una pionera del cine absolutamente invisibilizada, Alice Guy. Ella fue la primera persona en la historia del cine en filmar una película de ficción. ¿Por qué nadie la conoce? Porque fue mujer.
El 22 de marzo de 1895, nueve meses antes de la primera demostración en público del cinematógrafo, los hermanos Lumière revelaron su invento a un grupo selecto donde se encontraba Léon Gaumont y su secretaria de 22 años: Alice Guy. Mientras que quienes patentaron los primeros dispositivos cinematográficos a finales del siglo XIX pensaban en las nacientes películas como una forma de documentar la vida real, ella entendió al cinematógrafo como una herramienta artística para contar historias. En una segunda etapa, Alice montó su propio estudio en Nueva York donde se dice tienen sus raíces las grandes compañías de Hollywood: desde 1917, los estudios de Alice Guy se alquilaban a Paramount, Fox y Universal.
Se estima que realizó alrededor de mil películas, entre cortos y mediometrajes, en los cuales abordó temáticas que siguen siendo relevantes hasta hoy. Uno de sus temas recurrentes era el cuestionamiento de los roles de género. También fue la primera en elegir un elenco de protagonistas afroamericanos e introdujo trucos, técnicas y recursos que luego se utilizarían masivamente como el coloreado a mano, el sonido sincronizado, el trabajo con animales y el rodaje fuera de estudio.
En el marco de Suena Celuloide, una experiencia de cine mudo con imaginarios poéticos y sonoros actuales, encabezados por el equipo de cine del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el Domingo 13 de marzo se proyectarán por primera vez en Argentina las piezas de Alice Guy, con música de Guillermina Etkin y textos de Martha Mega. De la totalidad de su trabajo se conservan aproximadamente 100 producciones. 12 de ellas -algunas de las primeras de su carrera, cedidas por el Instituto Francés- forman parte de Suena Celuloide #2.
Celeste Orozco es parte del equipo curatorial, llegó a los materiales de Alice Guy a través de la película “Be Natural”. Narrado por Jodie Foster, el documental indaga en la fama, éxito y vida que alcanzó la cineasta antes de ser excluida de la misma industria que ella ayudó a levantar: “Lo que nos impacta del caso de Alice es que es una operación del patriarcado, en la película “Be Natural” hay muchísimas entrevistas a personas del mundo del cine de todos los tiempos y nadie conoce a Alice Guy. En los libros de cine aparecen fotos de sus películas y los créditos son del empresario de la industria Léon Goumont. Ella es la cabeza detrás de todas las películas de la empresa y sin embargo su nombre no aparece en ningún lado”, cuenta Celeste que entendió la importancia de traer su nombre y su trabajo en un contexto en donde visibilizar a las mujeres que fueron silenciadas en los distintos aspectos de la historia del arte, de la ciencia y de la política se ha convertido en un objetivo impulsado por los feminismos.
Artista y mujer de negocios, para 1897 ya era jefa de producción de los estudios Gaumont, donde desarrolló el estilo cinematográfico de la compañía y logró la distribución de sus películas en todo el mundo.
Suena indispensable poder acceder a su producción fílmica, con más de un siglo de retraso es justo conocer su ojo y su arte.