Anoche, Alfredo “Tape” Rubín compartía uno de los escenarios de la ciudad con seis cantoras: Mariel Ríos, Eugenia Garralda Lazarte, Carolina Ciani, Joselina Casadei, Ana Paula Berardo, Gise Stival. Pero la celebración sigue, porque hoy a las 21 el Complejo Cultural Atlas (Mitre 645) recibe al cantor, compositor y guitarrista, junto con Orquesta Utópica. Un reconocimiento que la ciudad le hace a quien es considerado uno de los más importantes referentes del Nuevo Tango canción.
De esta manera, las presentaciones no dejan de ser consecuentes con el lugar que su música encontró en el escenario tanguero, cuando el músico descubría con sorpresa cómo sus primeros discos –Hemisferios (2000, con el Cuarteto Almagro); Reina noche (2004) y Lujo total (2009), junto a Las Guitarras de Puente Alsina– rodaban y eran escuchados mientras él, alejado del ámbito urbano, casi que decide dejar la música. “Esto se fue dando del modo más lindo, que es por abajo, sin ninguna promoción. La gente fue pasándose los discos, copiándolos, sacando los temas. ¡Tengo una alegría al ver a veces gente que saca de oreja las cosas! Como que ha interesado el lenguaje que yo he ido transitando, y ahí están las músicas, dando vueltas en las voces, en las guitarras, es lo mejor que le puede pasar a un compositor popular”, explica a Rosario/12.
-Algo que responde, de alguna manera, al costado popular del tango.
-Sí, es música popular, aunque ahora en realidad esté más circunscrita a cierta clase media, porque el morochaje está haciendo otras músicas. Pero de todos modos es una de las músicas populares de la Argentina. Aparte, tiene un gran componente de relación con la música académica, a partir de la llegada de los europeos, sobre todo la tanada, con sus violines, sus academias, sus pianos. El tango tiene cierta relación con algunas cosas de la música clásica, en cuanto a la manera de arreglarlo y encararlo. Por ejemplo, hace poco leía que Rudi Flores decía que si al chamamé lo escribís, lo arruinás, siendo él un músico tan delicado y sofisticado. Pero al tango no. La escritura de la música académica se ha incorporado a la manera tanguera. Aun cuando después se toque otra cosa de lo que se escribe, el tango está pensado de un modo académico.
-Pienso en la guitarra, siendo como es un instrumento que pasa de mano en mano, ligado al origen del tango.
-El tango es una música que tiene cierta característica: en un momento cambió su rítmica; y creo que tiene que ver con esta inmigración italiana, que vino a cambiarle la fisonomía al país y a la ciudad. La Guardia Vieja marcaba distinto, marcaba el dos por cuatro y tenía los tríos famosos de guitarra, violín y flauta. Antes que el piano y el bandoneón se incorporaran, la guitarra ya era constitutiva del tango, cuando se tocaba el verdadero dos por cuatro. Luego se empezó a escribir cuatro por ocho y después en cuatro por cuatro. No sé si hay otro caso en el mundo de una música popular donde podés encontrar un volantazo rítmico tan grande como el de la Guardia Vieja y la Guardia Nueva. Si tocás “El choclo”, tal como lo creó (Ángel) Villoldo, suena de una manera, pero con las migraciones europeas pasó a ser muy distinto, con esa cosa saltarina, ligada supongo a rítmicas venidas de lo afro; pero además con el mismo repertorio, eso es lo llamativo, volvieron a tocar el viejo repertorio y se dio una unión entre Guardia Vieja y Nueva. Todavía estamos en la Guardia Nueva, no hay nada que nos haga suponer que sucedió otra revolución musical de tal magnitud.
-Por otra parte, el tango ramifica de muchas maneras, parece interminable.
-¡Tiene una riqueza! Vos hacés una historia de la guitarra en tango y tenés para estudiar y escuchar toda una escuela, que a veces guarda alguna relación con lo orquestal, pero es un mundo en sí; y luego tenés las orquestas, las voces, las letras, las frases tan potentes que incluso han quedado en el habla cotidiana; y las melodías, que no tienen nada que envidiarle a ninguna melodía de Schubert ni a nadie. En cada uno de esos ítems tenés para meterte y estudiar y escuchar años. Cada una de esas ramas que forman ese árbol son inmensas; además está el cine, y todo lo que es filosófico y lo que se discute, es una cultura muy potente y múltiple.
-El tango rosarino, como el que significa Orquesta Utópica, tuvo su foco en los años ’90, cuando los jóvenes de entonces encontraron en esta música la manera de expresar lo que sucedía; algo similar te sucedió a vos.
-Cuando empezamos a descubrir que teníamos a mano una cultura tan rica y tan nuestra, la agarramos; pero me estoy olvidando de lo coreográfico, porque el tango también es un danza y gran parte del renacimiento es porque los bailarines lo volvieron a poner en el tapete. Este volver a apropiarse es una cuestión de identidad que daba mucha felicidad, tener tu propio lugar y cultura era algo que nos daba mucha fuerza; luego elegís cuál tango te gusta, te podes posicionar, te diría, hasta en actitudes ideológicas opuestas, pero serán siempre tango. Ahora, con el aporte de las mujeres, bailando entre ellas, proponiendo que se baile sin guía, sin rol, se está llevando adelante una revolución, similar a la de la Guardia Vieja y Nueva.
La presentación de esta noche incluirá artistas invitados y un tango nuevo, “dedicado a Osvaldo Peredo, un gran referente que se fue hace poquito, pero por suerte pudo escuchar esta letra”. A continuación, el repertorio de Orquesta Utópica incluirá algunas composiciones de su próximo material discográfico, y registrará imágenes para un video clip en vivo, a estrenarse junto con otras producciones audiovisuales a lo largo del año. Sobre el final, Orquesta Utópica y “Tape” Rubín interpretarán juntos varias obras de éste: “Lo que está pasando a nivel reconocimiento, todo lo que me están devolviendo los cantores, las cantoras, las orquestas, es toda una alegría personal, un orgullo, la verdad que me lo pongo a pensar y digo: ¡pero mirá qué lindo esto que está pasando! Siento que la ciudad le hace un homenaje, no a mí, sino a los temas. Zitarrosa dijo que en realidad un artista no es nadie especial, sino simplemente alguien que está trabajando con líneas que lo atraviesan, que están en la sociedad y que él las cataliza. Por eso, mejor sacarse ese yo narcisista, que está en la meritocracia”.