Desde Santa Fe
La jueza Susana Luna admitió ayer como querellante al diputado radical Maximiliano Pullaro en la investigación a su sucesor en el Ministerio de Seguridad, Marcelo Sain. Una de las supuestas pruebas que los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez ofrecieron en la audiencia para adjudicarle al legislador el rol de “víctima” es una transcripción de una escucha telefónica entre Pullaro y un policía condenado por narcotráfico: el ex jefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas Alejandro Druetta, que fue encontrada en una oficina del Ministerio de Seguridad, en el allanamiento del 26 de noviembre. Los fiscales presumieron que la filtraron para “perjudicarlo”. Pero el audio en el que uno lo llama “maestro” y el otro le dice “máquina” era público: se reveló en el juicio ante el Tribunal Oral Federal 3 de Rosario, que condenó a Drueta a 10 años de prisión por “tráfico de estupefacientes doblemente agravado”, en marzo de 2021.
El abogado de Sain, Hernán Martínez, y su colega Juan Lewis, que defiende a Nadia Schujman coincidieron que los “elementos que aportaron ayer los fiscales” para justificar la querella de Pullaro “son cosas que no constituyen espionaje y ni siquiera son delito”.
“Seguimos en un estado de incertidumbre absoluta” acerca de los supuestos hechos que se investigan, dijo Martínez a Rosario/12. “Sin embargo, el único que sabe exactamente lo que pasó, se considera víctima y ahora justamente se lo reconoce como víctima, es Pullaro. Uno para saber que es víctima tiene que saber cuál fue el hecho, si no es imposible saber que es víctima. Parece que él lo sabe demasiado bien y la jueza le ha dado sustento a ese pedido”, ironizó.
“Hasta el propio fiscal de Estado, Rubén Weder –que representó a la provincia- manifestó que es necesario conocer qué se investiga” en esta causa. “El doctor Weder expresó que no está claro cuál es el hecho que se investiga. Entiendo que ahora, debería producirse en algún momento alguna imputación, si realmente hay un hecho con origen delictivo”, agregó Martínez.
Lewis recordó que Pullaro había pedido ser querellante por una noticia que se publicó en un portal de Rosario el 3 de enero. “Recién ayer fueron incorporadas algunas precisiones, pero que las trajeron los fiscales”, no el abogado de Pullaro. “Y los elementos que aportaron” Hernández y Jiménez “son cosas que no constituyen espionaje y ni siquiera son delitos”.
“Por ejemplo, los fiscales dijeron que encontraron –en el allanamiento del 26 de noviembre- la transcripción de una escucha telefónica” entre Pullaro y el policía condenado por narcotráfico, Alejandro Druetta. “Es un audio que se ventiló en un juicio federal a Druetta”, donde se lo condenó a 10 años de prisión. “Un juicio federal es público, entonces es información pública”, se indignó Lewis.
“Lo mismo ocurrió con los otros elementos que aportaron los fiscales. Y uno de los testimonios que se aportó es de un agente del Organismo de Investigaciones del MPA que ya está demostrado que pertenece a la agrupación política de Pullaro, y dijo que había un interés en buscar y encontrar algo en contra de Pullaro. Esa es toda las prueba en contra y cosas por el estilo”, agregó.
Asociar una escucha telefónica que se ventiló en un juicio oral y público con “algo tan escandaloso como un espionaje como plantean, tanto los fiscales como Pullaro, demuestra que acá hay una voluntad de instrumentar esto políticamente, tal vez en alguna carrera política o eleccionaria. Y que hay fiscales y jueces que se someten a esa manipulación. Esto es lo que nosotros encontramos en la audiencia de hoy”, denunció Lewis.