El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su malestar debido a que en una actividad religiosa de la que participó el fin de semana estuvo presente el exarzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien es acusado de haber encubierto casos de abuso sexual en su arquidiócesis. Boric señaló al cierre de un acto cultural realizado en la popular comuna de La Pintana, en la capital chilena, que entiende la necesidad de "recomponer confianzas" en el país sudamericano y que "lo simbólico no basta".
Críticas por los abusos en la iglesia
Boric disfrutó este domingo de un distendido acto en un barrio de Santiago en el que bailó y recitó, pero también criticó duramente los abusos de la iglesia y el abandono de la cultura. Al ritmo de la cueca, baile tradicional chileno, el recién juramentado mandatario compartió con los ministros, sus hijos y algunas de las cientos de personas congregadas en un parque de La Pintana, a unos 20 kilómetros del centro de la capital.
"Permítanme decir algo impropio", cortó Boric en seco su discurso para hacer una airada crítica a la presencia del arzobispo emérito de Santiago, el cardenal Ricardo Ezzati, el día anterior en una misa en la Catedral Metropolitana. Ezzati fue cuestionado en múltiples ocasiones por cómo enfrentó desde la alta curia las denuncias de abusos cometidos por sacerdotes de la Iglesia Católica en Chile contra menores de edad y fieles que estaban bajo su dirección espiritual.
"Me molestó ver al señor Ezzati, ver a gente que ha actuado como encubridora de graves delitos contra los niños", dijo Boric en relación a los cientos de casos de abusos sexuales a menores en la institución religiosa. "No lo noté ayer, pero me lo hicieron ver, y quiero decir que esas cosas no las podemos seguir naturalizando, porque acá en este gobierno van a estar presentes los niños y las niñas", dijo Boric, quien reclamó que "nunca más se les vulnere sus derechos, se les abuse de su confianza".
"¡Boric, amigo, el pueblo está contigo!", celebraron el comentario los presentes en La Pintana. Ezzati fue querellado por asociaciones de víctimas de abusos sexuales eclesiásticos, apuntando a su presunta acción como encubridor. Y en marzo de 2019, el papa Francisco aceptó la renuncia del exarzobispo. Más de 150 miembros de la Iglesia Católica chilena han sido investigados por denuncias de cometer o encubrir abusos sexuales, algunos de los cuales se remontan a la década de los 60.
Necesidad de "recomponer confianzas"
"Estamos tratando de generar aspectos simbólicos para volver a recomponer las confianzas. Pero sabemos también que lo simbólico no basta, y que tenemos que trabajar para que, al final del día, nuestro gobierno haya mejorado en conjunto la calidad de vida de nuestro pueblo", afirmó Boric, quien asumió la presidencia el viernes pasado en Valparaíso en una jornada que concluyó en Santiago con un discurso pronunciado desde uno de los balcones del palacio presidencial de La Moneda.
"No pretendo en un día, en un par de minutos, en los cuatro años cambiar todo lo que está mal. La historia es mucho más larga que nosotros: aprendemos de quienes estuvieron antes y vamos a dejar tareas a quienes vengan después", sostuvo Boric, que asistió a la actividad del domingo junto a la primera dama, Irina Karamanos, miembros de su gabinete ministerial y alcaldes de diversas comunas, tanto de la Región Metropolitana como del resto del país.
A pesar de las medidas de seguridad ante su presencia, el presidente chileno compartió con los presentes bailes y canciones típicas. "Mi primera tarea es aprender a bailar", bromeó Boric al inicio de su discurso, que se volvió crítico al mencionar "el abandono" sufrido por la cultura por parte del Estado. "Se que lo han pasado muy mal, han sido ninguneados y abandonados por el Estado por mucho tiempo. Decirles que van a estar presentes, son protagónicos, no vamos a venir a decirles qué hacer", afirmó el mandatario.
"En Chile les vamos a necesitar a todos y a todas, tenemos que creernos el cuento, sentir que es posible vivir en un país diferente y mejor. Somos parte de una generación que hace un par de años dijo fuerte y claro que quería cambiar las cosas", destacó Boric.
De esa cercanía con la gente también hicieron gala los ministros de su gabinete feminista (14 mujeres y 10 hombres), que desde la mañana llegaban caminando entre la gente por los jardines del parque. "Hoy me vine en micro", dijo entre risas la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, que el sábado en el primer acto del nuevo gobierno publicó en redes sociales que llegaba al palacio presidencial de La Moneda en bicicleta y subte.
Boric omitió leer el discurso preparado que traía para el acto y decidió dirigirse al público de manera improvisada y visiblemente emocionado. "Como pueden ver me embarga la emoción (...) Yo tenía un discurso preparado con mucha gente que trabaja y está tratando de interpretar mi manera de hablar pero cuando llegué acá dije: ¿Cómo voy a leer un discurso que fue escrito antes? Tengo que hablar desde los sentimientos", aseguró el presidente entre aplausos.
Desde la Secretaría General de Gobierno, la ministra Camila Vallejo indicó que eligieron destacar a la comuna de La Pintana ya que "es de gente trabajadora, inteligente y con capacidades" y se trata de "un reconocimiento a una comuna periférica que tiene un estigma que no merece". Por su parte el titular de la Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson, se refirió a la eventual tramitación de la Ley de Indulto General a los presos del estallido social de 2019 al destacar que se está debatiendo en el Senado y "se ha conversado también desde el ministerio de Justicia con las familias para establecer una agenda".