"Visibilizar y poner en relevancia, a través de la imagen fotográfica, a las mujeres y disidencias hinchas de clubes de fútbol. Reflejar cuerpos diversos, sin estereotipos ni estándares de belleza. Compartir parte de la historia y de la vida diaria de lxs hinchas. Sacudir un espacio históricamente masculinizado y, al mismo tiempo, dar a conocer la pasión por los clubes en otros países y culturas”. Todo eso se propone la fotógrafa platense Érica Voget a través de “Cuerpas reales. Hinchas reales”, un proyecto fotográfico que dirige y que se define a sí mismo como “feminista, autogestivo, federal e iberoamericano”.

Como parte de las actividades realizadas en todo el mundo por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el proyecto que busca reflejar diferentes cuerpos que cuestionen el modelo de representación hegemónica en el espacio futbolístico, presentó su segunda edición el pasado 8 de marzo en el Centro Cultural Islas Malvinas de La Plata. En la exhibición, que podrá verse hasta fin de mes, se muestra la pasión futbolera en espacios públicos e íntimos a través de los ojos de 78 fotógrafas de 10 países, que representan a 76 Clubes de fútbol.

Si bien la primera edición se inauguró en el año 2020 en Tecnópolis, el proyecto tuvo su origen en el 2019, cuando a Voget la motorizó la idea de capturar imágenes tras la llegada de Diego Maradona como DT al Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. En aquel entonces decidió hacer unas fotos en la popular del Bosque a hinchas mujeres con el objetivo de poder retratarlas desde otro lado en la cancha. Y le puso el nombre de "Cuerpas reales. Hinchas reales", a lo que en un principio sería sólo un proyecto personal. Con el apoyo del área de género del club, se propuso visibilizar distintos cuerpos de mujeres y, así, cuestionar el modelo de representación hegemónica y los estándares de comportamiento asociados culturalmente. El resultado fue una serie de 22 retratos en diferentes barrios platenses.

Ese fue el puntapié para desarrollar lo que vendría después: buscar un poco más de esas mujeres y disidencias y saber cómo viven el fútbol desde su casa. Así fue que decidió ampliar la propuesta y transformarla en algo colectivo. “Durante la pandemia lancé una convocatoria a nivel latinoamericano para que otras fotógrafas se sumen a realizar el mismo trabajo, pero en el club del cual eran hinchas”, cuenta Voget. Quedaron seleccionadas 33 fotógrafas que representaron a 27 clubes argentinos, 5 uruguayos y 2 chilenos, hermanadas a través del arte y unidas por el mismo sentimiento, pero con diferentes colores. “La verdad es que no sabía con qué me iba a encontrar. Y fue algo hermoso porque llegaron mujeres fotógrafas de diferentes países”, relata la creadora del proyecto. La consigna era ser fotógrafa y elegir un club al cual se postulaban. De esa manera surgió la primera edición colectiva que presentaron en marzo del año pasado en Tecnópolis. Pero era tal el entusiasmo que, según cuenta Voget, “se quedaron con las ganas de que la muestra siguiera circulando”. Y a mitad de año volvieron a lanzar, ya con una producción un poco más armada y con las mismas integrantes de la primera edición, una convocatoria a nivel iberoamericano.

Esta segunda edición de “Cuerpas reales, hinchas reales” es sólo el inicio de una nueva etapa: la de poder hacer girar la muestra. En La Plata va a estar durante todo el mes de marzo. El 15 de abril se va a presentar en Córdoba y después hay fechas programadas para ir a Bolivia y Uruguay. Para Voget, es bastante amplio lo que pueden transmitir como comunicadoras visuales a través de los colores de un club en cuanto a luchas sociales, diversidad y género. Está convencida de que “lo hermoso de poder estar todas juntas es el mensaje hacia la no violencia y estar cada vez más fuertes en espacios que están altamente integrado por hombres”.

Desandar caminos históricamente transitados por masculinidades que no dejan de ser revisadas por al menos una parte de la sociedad, es toda una decisión política. Y si ese camino es el del fútbol, uno ineludiblemente ligada al patriarcado y todo lo que eso representa, entonces sin dudas el trabajo tiene un valor especial. Porque "la pasión no distingue cuerpos, ni edades, ni géneros, ni clases sociales", resume uno de los lemas de "Cuerpas reales, hinchas reales". Y esa es una invitación directa a cuestionarse.