Atlético y Racing parecieron acordar de antemano los roles que asumieron este lunes en la tarde noche tucumana. Es que apenas sonó el pitido inicial, la visita se hizo de la pelota tal como le gusta a su entrenador y el local, casi sin presentar oposición en la materia, se dispuso a apostar por algún pelotazo salvador o error en el fondo rival. Esa dinámica se prolongó por los 90 minutos y el triunfo 4 a 0 de la Academia no hizo más que retratarla.

La posesión, ese numerito que muchas veces es materia de burla o carece de significado, esta vez relató a la perfección lo que fue el duelo en el Monumental José Fierro. La diferencia entre uno y otro equipo fue tan grande como el 71/29 por ciento de la tenencia.


Racing, que venía de menor a mayor con Fernando Gago, profundizó ese alza justo antes del clásico ante Independiente del sábado próximo y mostró un juego de alta gama, con destellos de funcionamiento automatizado y toques de memoria, posibilitados por la certeza de saber que el compañero está donde tiene que estar. Ejemplo de esta virtud fue Facundo Mura, opción constante desde el lateral derecho al siempre tocar e ir a buscar.

El exEstudiantes, refuerzo veraniego, fue el autor del primer gol. Tras un largo toqueteo académico que durmió a Atlético, el lateral le comió la espalda a su marcador (Ruíz Rodríguez) y el Lolo Miranda -en un gran momento- lo habilitó para quedar cara a cara con el arquero ante el desorden defensivo tucumano, producto de los movimientos sin pelota de los tres de ataque, Hauche, Copetti y Chancalay, para desarmar la línea de fondo.

Atlético tuvo alguna que otra oportunidad, de esas que brinda la siempre generosa práctica del fútbol, pero chocó con la buena actuación del Chila Gómez en el arco de Racing. El golpe de nocaut llegó a los 59 minutos, con un bombazo de tiro de libre del chico de 19 años Carlos Alcaraz, la gran promesa académica de estos tiempos que se hizo un lugar en el once titular por la lesión de Matías Rojas. Una gran ejecución que tuvo ayuda del arquero Nicolás Campisi, bien de tatuajes pero flojo de respuestas en su debut con la camiseta decana.

Lo que siguió fue un recital de confianza por parte de la visita y un desconcierto local, reflejado en la contra de tres contra uno que terminó en gol de Miranda. Más tarde, el ingresado Martínez puso el cuarto en medio del "que se vayan todos" que bajaba desde las tribunas, acompañado de algunos proyectiles para el equipo que suma un triunfo y 10 derrotas en sus últimas 15 presentaciones. Racing, por su parte y de cara al clásico de Avellaneda, ya se ubica cuarto en su zona a un punto de los líderes y es el único invicto del certamen.