La decisión del Gobierno nacional de suspender la exportación de harinas y aceite de soja partió aguas en el tablero político y volvió a dejar al gobernador Omar Perotti en la vereda de enfrente al tomar partido por las entidades ruralistas, voceras del lobby agroexportador, el primer destinatario de esa medida fiscal.
El gobernador tuitteó tarde en la noche del domingo un mensaje para sentar posición respecto de la resolución que había comunicado horas antes la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios del Ministerio de Economía. Opinó que la suspensión del registro de operaciones de comercio exterior para esos derivados del poroto "frenará el ingreso de las divisas que necesita el país. Se debe tener cuidado con incentivar a la desindustrialización. Lo que necesitamos es agregar valor, generar empleos y lograr inversiones", escribió. Se ganó así aplausos en Juntos por el Cambio, como el del diputado rosarino Luciano Laspina.
En la misma sintonía, y casi en simultáneo por la misma red social, terció su colega cordobés, Juan Schiaretti: "Rechazo esta medida porque perjudica la producción cordobesa y va en contra del ingreso de divisas que son necesarias para nuestro país", dijo.
La medida es una facultad del gobierno ya prevista en la resolución 128/2019, del Ministerio de Agricultura y Pesca, y sería la antesala de un aumento en los derechos de exportación de aceite de soja, pellets y harina de esa oleaginosa, y otros subproductos menores. Llevaría el gravamen del 31% actual al 33%, como tributa la exportación del poroto sin valor agregado. Con eso el Gobierno busca mejorar la recaudación con unos 400 millones de dólares, en dos productos que no tienen mayor impacto en la góndola del consumidor final, la población. Con esto, según entendidos en el negocio agroexportador, el Estado podría recaudar unos 6800 millones de dólares este año por ese concepto, sobre un negocio que el año pasado facturó al exterior por 35.600 millones de dólares.
"Primero, hay que aclarar que esto no afecta a los productores agropecuarios", subrayó el ex dirigente de Federación Agraria, Pedro Peretti, en confrontación abierta con el discurso que ayer circuló en medios hegemónicos, y que el gobernador santafesino abonó.
"El debate –agregó Peretti– es adonde irán esos 400 millones: si irán a cuentas fiscales para pagarle al FMI es lo mismo que nada, pero si van a capitalizar el fideicomiso de trigo para subsidiar la harina de este país, para que la gente tenga pan y fideo baratos me parece excelente. Este gobierno debe garantizar la mesa de los argentinos. Acá hay 927.000 hogares que cobran menos de 20.000 pesos mensuales. Tenemos 40 por ciento de la población bajo la línea de pobreza. Este aumento dos puntos (de retenciones a la exportación de harina y aceite de soja) debe estar orientado a bajar el consumo de harina, que es un consumo social".
En lo puntual, opinó: "Los gobernadores de Santa Fe y de Córdoba están equivocados conceptualmente, salieron muy rápido a opinar. Estos dos puntos menos que pagan no es un estímulo al valor agregado sino que es una prebenda increíble para agigantar sus balances. El sector agroexportador no necesita ninguna prebenda para industrializarse, es el más tecnificado del mundo. Lo que se necesita es que pague impuestos", enfatizó.
El dirigente agrario, autor de libros vinculados a la historia y la política del campo, exhortó a "que las empresas dejen de confundir a la gente y de usar a los productores como fuerza de choque para defender sus extraordinarias utilidades". En este sentido, encuadró la ofensiva tributaria en la dimensión del principal negocio exportador de Argentina. "El año pasado desde los puertos se embarcaron 24,5 millones de toneladas de harina de soja en 897 buques, y 4,5 millones toneladas de aceite en otros 339 buques más. Fueron 1236 buques que de entrada tienen un hándicap que les dio Macri del 3% de error en el peso, eso equivale a 70 barcos que al fisco se les perdieron de vista y lo hicieron usando la legalidad vigente. Se esfumaron. Mirá si no podrán pagar 2 puntos más de retención, y que encima se las trasladen a los productores", graficó.
Por cierto, hubo chacareros que reaccionaron según esa predicción y acorde a los intereses del complejo aceitero. Durante toda la jornada circuló en redes sociales y grupos de whatsapp la convocatoria a un acto de protesta en Armstrong, con presencia de las entidades de la llamada "Mesa de Enlace" ruralista.
"El problema es político, la Mesa de Enlace no se banca que haya ganado el peronismo, es su gorilismo, la medida no afecta para nada a los productores primarios", recalcó Peretti.
El dirigente fue más allá y contempló como una medida redistributiva que el Ejecutivo aumente retenciones, además, habida cuenta de la suba de precios internacionales de cereales y oleaginosas. "Hay que darse un debate en serio y poniendo empatía: la soja vale hoy 5.500 pesos el quintal, nunca se ha ganado tanta plata como en estos últimos dos años. El gobierno sancionó en 2019 la ley 27.516 de Solidaridad Fiscal. Esta ley pone límite a la retención en 33% para la soja y el 15% para el trigo y maíz. Esa ley la Sociedad Rural la cuestionó en la Justicia cordobesa. Pero nada dice la ley acerca de retenciones de los derivados, y el gobierno entonces debe aumentar 2 puntos y más de retenciones a los derivados, y armar un fondo anticíclico para subsidiar el pan y la leche y la carne a sectores que la pasan mal".