Fue uno de los casos policiales más resonantes de las últimas décadas: una mujer de clase acomodada asesinada en su cama, en su casa de un barrio privado. Hay sospechosos múltiples y todos los condimentos para el revuelo mediático: sexo, dinero, política y sobre todo, un gran misterio. Tanto, que 15 años después no se conoce al autor material del crimen. La víctima es Nora Dalmasso, muerta en noviembre de 2006 en el barrio Villa Golf, de la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Quien está acusado de ser autor intelectual es su viudo, Marcelo Macarrón. Este lunes un jurado popular comenzó a juzgarlo. Al ingresar a los tribunales, dijo a los medios que vive "con mucha angustia" el inicio del juicio y consideró "muy difícil" que después de tantos años pueda esclarecerse lo ocurrido. Lo acompañaron sus hijos Facundo y Valentina, quienes manifestaron su apoyo al padre y lo consideraron inocente. El viudo confirmó que declarará en la audiencia de este martes.
Será un juicio largo: en el marco del proceso, que se presume demandará al menos tres meses, declararán más de 300 personas, entre familiares, amigos de la víctima y del acusado, vecinos del Barrio Villa Golf, policías y peritos.
“Es muy difícil después de tantos años que se pueda saber quién la mató”, expresó Macarrón a los periodistas antes de ingresar a los tribunales de Río Cuarto y aseguró que vive esta situación con "mucha angustia". No obstante dijo que tiene “expectativas buenas” con respecto al desarrollo del proceso de enjuiciamiento y que se siente “muy ansioso”.
Por su parte, Facundo Macarrón, ahora de 33 años, respaldó a su padre al sostener que es "inocente" y asegurar que “hace 15 años que el asesino anda suelto”. "Lo venimos a acompañar en este duro momento que afrontamos como familia”, dijo el actual abogado y empleado de la Cancillería. “Espero que haya una justicia justa que contemple la inocencia de mi padre”, dijo. Facundo consideró que el proceso de la investigación estuvo “lleno de irregularidades”. En algún momento, el propio Facundo estuvo sospechado también de estar involucrado en el crimen, una hipótesis que finalmente fue descartada.
Su hermana Valentina se expresó en igual sentido, al remarcar que van a “declarar en el juicio" y que buscarán "reivindicarse" como familia. Cuando ocurrió el crimen de su madre, Valentina se encontraba en Estados Unidos en un viaje de intercambio estudiantil y hoy es licenciada en nutrición y golfista profesional.
Ambos hermanos protagonizaron a la tarde una manifestación frente a los tribunales de Río Cuarto en respaldo a su padre. Denunciaron que nunca se investigó una pista que vinculaba a "un empresario que era amigo de la familia" como el homicida de su madre. “Hemos aportado un montón de pruebas sobre el sospechoso del crimen y nunca se investigó”, manifestó Valentina.
Acompañados por otros familiares, amigos y compañeros de trabajo de Macarrón, los hijos del acusado insistieron en que su padre es “inocente”. “Vamos a declarar la próxima semana, además de las pruebas que no se valoraron, vamos a presentar nuevos elementos”, anunció la hija del acusado y añadió que hubo “muchas mentiras en la causa”, que “quizás también se haya politizado”.
"Mi papá y mi mamá se amaban. Jamás podría matarla. Mi padre es totalmente inocente”, reafirmó la hija de Dalmasso, quien aclaró que la familia decidió renunciar a la querella para “respaldar” la inocencia de Macarrón.
Facundo a su vez calificó de “mamarracho" la actuación del fiscal Luis Pizarro, quien elevó la causa a juicio con su padre como acusado de contratar a un sicario para concretar el crimen de su esposa mientras él disputaba un torneo de golf en la ciudad uruguaya de Punta del Este.
“Desde el punto de vista lógico y jurídico, jamás se puede llegar a una sentencia condenatoria” porque “la acusación no tiene ningún sustento probatorio. No tiene respaldo de hechos objetivos que justifique que mi padre esté hoy sentado en el banquillo de los acusados”, resaltó. “Nunca en la historia judicial de Argentina un autor intelectual fue condenado sin conocerse a los autores materiales”, resaltó.
“No hubo crisis matrimonial ni intenciones de divorcio”, como se plantea en los hechos de la investigación, “siempre los vimos unidos. Fueron un ejemplo de amor”, destacó Facundo.
La hipótesis del sicario
En la audiencia de este lunes fue leída ante las partes la elevación a juicio, es decir, la acusación que pesa sobre Macarrón: el viudo llega a juicio oral como único acusado por "homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal", en calidad de instigador, un delito que prevé la pena de prisión perpetua.
La fiscalía, a cargo de Luis Pizarro, acusó a Macarrón de ser autor intelectual del crimen de Dalmasso, bajo la hipótesis de que el traumatólogo, "valiéndose de coartadas previamente organizadas, de la certeza tanto de la ausencia de los demás integrantes de la familia, como de la presencia, sola en su domicilio, de Nora Dalmasso", contrató a un sicario para matarla.
Esta línea de investigación sostiene que el acusado "planificó dar muerte a su esposa por desavenencias matrimoniales y con la intención por parte de su/s adlater/es de obtener una ventaja, probablemente política y/o económica". Y que la "fecha elegida" coincidía con el torneo de golf que se disputó ese fin de semana en Punta del Este, al que concurrió con sus amigos "con la finalidad del éxito de su plan delictivo y despejar cualquier posibilidad de sospecha sobre su persona".
En ese sentido, el fiscal especuló que de haber una separación, Macarrón se negaba a ceder los bienes en la división de los mismos, y que por eso la mató. Para justificarlo, el fiscal citó algún testimonio donde refleja que Nora y Marcelo, para sus amigos, se mostraban como una pareja perfecta, pero que parte de la familia de ella sabía que no estaban sentimentalmente bien.
Los hechos
Según el fiscal, Macarrón le habría suministrado previamente las llaves de la vivienda al sicario, además de información de los movimientos de Dalmasso. El agresor "aguardó que la víctima realice su rutina previa al descanso y la abordó una vez que ésta se encontraba dormida en la habitación de su hija, ubicada en la planta alta de la vivienda".
El atacante habría sorprendido a Dalmasso, tomándola del cuello y "ejerciendo una fuerte presión con sus manos, anulando así toda posibilidad de defensa". Luego, utilizando el cinto de la bata de baño que se encontraba en la habitación para hacer un doble lazo alrededor del cuello de la mujer, la produjo la muerte por asfixia mecánica.
Tras lo cual, “como parte del plan criminal, el asesino acomodó la escena con la finalidad de simular un hecho de índole sexual, con rasgos de sadismo y exaltación no compatibles con violaciones. Acto seguido, se retiró del lugar sin dejar rastro alguno de su persona", consideró el fiscal.
Es el primer juicio que se realiza por el caso y aún no se conoce quien o quienes fueron los autores materiales, mientras que de surgir indicios sobre quienes podrían serlo el problema es que el caso está prescrito en ese sentido.