Tras la suba de YPF, Shell se sumó al aumento de la nafta y aplicó su segundo incremento en el año, de entre 10 al 15 por ciento. La suba del precio del petróleo, la inflación y el tipo de cambio son algunas de las variables que presionan sobre el precio del combustible. Los nuevos valores por litro en la ciudad de Buenos Aires de Shell pasaron a ser de 134,70 pesos la V-Power; 111,90 pesos la Súper; 130,80 pesos la V-Power Diesel y 107,80 pesos la Fórmula Diesel.
YPF anunció un aumento del 9,5 por ciento en el precio de sus combustibles básicos y 11,5 por ciento en los premium. Se esperaba que en los próximos días las demás empresas comercializadoras se sumen a esta medida. La semana pasada, el precio del petróleo alcanzó un máximo histórico que desde el año 2008 no se veía, con niveles que superaron los 130 dólares por barril. Esto repercute en el mercado interno a través del precio de los combustibles importados, principalmente gasoil y en menor medida nafta.
Martín Bronstein, Investigador Centro de Estudios de energía política y sociedad (Ceepys), explicó a este medio que desde el punto de vista técnico, el aumento tiene una razón de ser, aunque la preocupación recae en cómo este se compatibilizará con lo que los consumidores pueden pagar.
“La crisis entre Rusia y Ucrania afecta al precio del petróleo, desde ya. Rusia es el segundo o tercer mayor productor de petróleo en el mundo y uno de los principales exportadores. Se estima que exporta alrededor de cinco millones de barriles por día. Ante la escalada del conflicto y las sanciones que están pesando sobre Rusia, se intuye que esos cinco millones de barriles por día podrían salir del mercado petrolero. Entonces, el temor impacta directamente en los precios, de ahí los incrementos hasta más de 130 dólares el barril, a pesar de que luego bajaron hasta los 106 dólares el barril, lo cual es un precio muy alto para los precios del petróleo”, indicó Bronstein
"Todas las variables que influyen sobre el precio de la nafta se han ido para arriba. El precio del petróleo pasó en un mes de un poco más de 90 dólares a bastante más de 100 dólares. A su vez, el dólar tiene un aumento lento pero sostenido, junto al precio del biodiesel, que subió un 50 por ciento en el último año, el bioetanol un 20 por ciento y la propia inflación”, agrega Bronstein.
Si bien el mercado de combustibles está “desregulado” es decir, las empresas pueden aumentar cuando quieren los precios, hay cierto acuerdo político de aprobación de estos aumentos. En general YPF es la punta de lanza y luego la siguen el resto de las comercializadores. Casi con seguridad se puede esperar que los próximos días que Axion y las empresas restantes aumenten sus precios.
Expertos en energía afirman que si el conflicto se mantiene y los precios en los mercados energéticos siguen el actual curso de aumento, será imposible trasladar los valores al surtidor, sobre todo por el impacto en la inflación que esto puede tener, ya que el gasoil incide en toda la red de transporte de carga, siendo un alto componente de los precios finales. Así como es difícil pensar en un traslado abrupto de la volatilidad al surtidor, también será difícil para las empresas hacerse cargo de estos saltos.
Respecto a la continuidad de estos aumentos, Juan José Carbajales, director del posgrado en Energía y Ambiente de la Facultad de Derecho (UBA) y ex Subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, afirma que las naftas seguirán aumentando “mientras se den dos alzas claves: inflación y Brent. La guerra y la inflación en Estados Unidos no son buenas noticias pero un acuerdo con el FMI que despeje la deuda sí lo es. Y la forma en que se dé la sinergia entre Gobierno, provincias, YPF e industria es clave”.
Bronstein también señala que en Estados Unidos el precio de los combustibles se encuentra en el valor más alto desde el 2008. "En Europa, los gobiernos están tomando medidas para reducir el precio de la nafta: aumentando los subsidios o bajando los impuestos”.