La Municipalidad de La Rioja realizó un relevamiento según el cual a finales de febrero existían 1.000 cuadras de la ciudad Capital que necesitaban asfaltado o reasfaltado. Ese estudio marcó la gravedad de la situación, ya harto evidente para las y los vecinos.
Más allá de la cifra exacta de cuadras y barrios afectados, las y los 226 mil habitantes de la Capital coinciden en un punto: la ciudad está intransitable. Baches, pozos, zanjas, arena y hasta ramas en el medio de la calle señalando que por ahí no se puede pasar, se volvieron una constante.
Por su parte, desde la gestión de la intendenta Inés Brizuela y Doria repiten el mismo argumento que ante otros problemas que enfrenta la administración: la ausencia de recursos.
En la Secretaría de Servicios Públicos de la ciudad aseguran que el asfaltado completo de una cuadra tiene un costo estimado de 3 millones de pesos. Es decir, que bachear la totalidad de las 1000 cuadras mencionadas implicaría unos 3.000 millones de pesos. Cifra que hoy está absolutamente fuera de alcance para las arcas comunales.
Según informaron a la Rioja 12, la Jefa comunal inició gestiones ante el Estado nacional mediante el programa Argentina Hace, en el cual comenzaron a cargar en la plataforma online diferentes propuestas de obras para asfaltar la ciudad. Por el momento ninguna de esas acciones tuvo resultado positivo, y los más optimistas creen que no habría novedades hasta por lo menos a mediados de abril.
“El proyecto que está más avanzado es por 100 millones de pesos, creemos que tardaría unos dos meses en estar listo”, afirmó en declaraciones radiales a principio de febrero la flamante Jefa de gabinete municipal Silvia Salzwedel.
Para tomar una dimensión: 100 millones de pesos significaría solucionar el problema de 33 cuadras de las 1.000 que se necesitan intervenir.
Un bache: un día de trabajo perdido
Oscar es taxista y sale a recorrer las calles de la ciudad de lunes a viernes de 7 hasta las 20 horas, al mediodía detiene su trabajo una hora para comer y estima que diariamente gasta una carga de gas completa (es decir entre 700 o 900 pesos, dependiendo de cuánto prende el aire acondicionado ese día).
“Un buen día puedo recaudar entre 4 y 6 mil pesos, pero varía mucho, dependiendo de ser constante y de la suerte de enganchar un buen viaje o varios seguidos”, aclaró.
“El estado de las calles es clave, pensá que un juego de amortiguadores cuesta para un auto promedio como un Siena que tengo yo entre 15 mil y 18 mil pesos, un kit de bujes 8 mil pesos y una cubierta va de 15 mil a 20 mil pesos, dependiendo la marca”, contó a La Rioja 12.
“Cuando te comés un bache lo primero que se rompe es una cazoleta porque es donde hace fuerza el amortiguador, y tiene un costo de tres mil pesos el juego y la mano de obra en un taller ronda los cuatro mil pesos, si no es muy complejo el arreglo”, profundizó preocupado.
Por su parte, Alejandra es docente de geografía en cuatro escuelas secundarias, tres de ellas públicas y en zonas alejadas del centro de la ciudad Capital. Cuando se le pregunta por los baches cuenta un dato que impacta: “Hay dos colegios que cuando hay tormenta directamente no voy, porque en la moto no llego”.
La explicación es sencilla. Ella vive en la zona Oeste y ambos colegios en la zona Sur de la ciudad, lo cual provoca que cuando las tormentas son intensas opte por no ir en su moto a dar clases. Consultada por el presentismo, explica que existe dentro del estatuto docente la figura de “Inclemencias climáticas dónde hay peligro de vida” y que este año ya lo usó dos veces.