China concretó en las últimas horas el mayor aislamiento de personas para detener un rebrote de coronavirus. Alrededor de 30 millones de ciudadanos de 13 localidades fueron confinados para ser analizados, mientras se suspendieron vuelos dentro y fuera del país, recortaron horarios de circulación y prohibieron temporalmente la apertura de fábricas.

Los confinamientos masivos fueron, hasta el momento, la única medida que le dio a ese país resultados positivos a la hora de detener el virus. En tanto, el ministerio de Salud chino corre contrarreloj y realiza testeos masivos a una escala que no se había visto desde el inicio de la pandemia.

Ese fue el modo con que el gobierno consiguió contener las infecciones después de la primera ola nacida a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan. No obstante, el país enfrentó recientemente múltiples brotes vinculados a la llegada de la variante Ómicron.

Según datos de la Comisión Nacional de Salud (CNS), el país reportó 5.280 casos de Covid-19 en las últimas 24 horas, la cifra más elevada desde la primera ola de la pandemia a principios de 2020.

Las cifras son pequeñas si se comparan con las de otros países, pero bajo la estrategia china de "cero covid" hasta el brote mínimo es enfrentado con medidas severas.

Por eso, ante el nuevo escenario, al menos 13 ciudades chinas enfrentan confinamientos totales y varias otras tienen cierres parciales.

La provincia nororiental de Jilin fue la más golpeada, con más de 3 mil casos en las últimas 24 horas. Mientras que la capital provincial de Changchum, con 9 millones de habitantes, así como otras ciudades, permanecen bajo órdenes de permanecer en casa.

También fue confinada la metrópolis tecnológica de Shenzhen (sur), con 17 millones de habitantes, situada a las puertas de Hong Kong.

Estas medidas provocaron el cierre de numerosas fábricas en la ciudad, entre ellas la del gigante taiwanés Foxconn, el principal proveedor de Apple. Además, las autoridades aéreas dispusieron que decenas de vuelos internos desde los aeropuertos de Pekín y Shanghai fueran cancelados.

"El reciente brote de Covid y las nuevas restricciones, en particular el confinamiento en Shenzhen, pesarán sobre el consumo y causarán interrupciones en el abastecimiento a corto plazo", comentó el analista Tommy Wu, de Oxford Economics.

Y agregó que, con ello, será un "desafío" para China alcanzar su meta oficial de crecimiento económico de 5,5 por ciento para este año.