Invitados por los concejales de la ciudad, los directivos de Central y Newell’s se encontraron ayer en el Palacio Vasallo y asumieron con responsabilidad la tarea de organizar el clásico. Estuvieron presentes el presidente de Central, Rodolfo Di Pollina, y el de Newell’s, Ignacio Astore, para transmitir un mensaje en común. “Nuestra responsabilidad es dar un mensaje de paz”, asumió el titular canaya. “Los clásicos son para disfrutar, no para padecer”, acotó el presidente leproso. Ambas autoridades hoy se reencuentran para organizar el operativo de seguridad con la policía.
Di Pollina y Astore participaron ayer de una reunión con los concejales de la ciudad a fin de descomprimir las tensiones que se generan en la ciudad por la disputa de un Central-Newell’s. Y esta vez las autoridades de los clubes, lejos de la confrontación, sumaron esfuerzos para reclamar por un partido sin incidentes.
“Nuestra responsabilidad es dar un mensaje de paz, sobre todo en este momento que está viviendo la sociedad. De chicos siempre estuvimos atravesados por esta pasión, pero hay que saber separar las cosas", apuntó Di Pollina. "Lo importante es garantizar que todo sea en paz. Esperemos que lo deportivo se vea adentro de la cancha y que nada haga lamentar ningún hecho de violencia porque sería también un mal mensaje para la sociedad”, agregó el titular de Arroyito.
Astore, por su parte, afronta su primer clásico como presidente rojinegro. Al respecto, apunto: “Las sensaciones son las mismas que cuando fui médico de la institución, nada más que ahora con una responsabilidad distinta, pero es un clásico. Lo disfrutamos durante muchos años. A los clásicos la gente los debe disfrutar y no los tiene que padecer. El dirigente tiene la función de bajar los decibeles para darle un marco de respeto a la situación. Nos tenemos que respetar independientemente de que tengamos diferentes colores".