Luego de un año y medio en el cargo, la actual canciller aclaró, en la conferencia de prensa posterior al anuncio, que la inserción de la Argentina en el concierto internacional en el siglo XXI depende de "el elemento mundo", dando a entender que su faena se había enfrentado con dificultades no previstas, a pesar de reivindicar que "hoy el país está sentado en la mesa de todos los organismos internacionales de decisión".
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aprovechó la ocasión para arremeter una vez más contra la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, a quien acusó de haber tenido "una actitud pasiva" en el caso Odebrecht, por "sus vinculaciones políticas con el kirchnerismo", dando por sentado que las revelaciones de los arrepentidos brasileños comprometerán a algunos funcionarios de la administración anterior, desconociendo que el socio de la constructora brasileña en la obra de soterramiento del ferrocarril Sarmiento es la empresa IECSA, hasta hace muy poco en manos del primo presidencial, Angelo Calcaterra.
Malcorra, por su parte, quien será reemplazada el 12 de junio próximo por el actual embajador en Francia, Jorge Faurie, adelantó que hasta esa fecha mantendrá la agenda prevista con antelación, y supeditó futuros cambios en la Cancillería a su sucesor, a quien definió como "integrante de mi equipo". Ella se trasladará a la capital de España, donde reside su familia, con el rango de Ministra consejera, cargo desde el cual asesorará al primer mandatario en temas como la relación de la Argentina con la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El cambio de destino de Malcorra y, sobre todo, las razones que esgrimió a la hora de justificar su renuncia ante los medios de comunicación, llaman la atención teniendo en cuenta que hasta hace poco menos de un año se postulaba, con el visto bueno del Presidente, para la secretaria general de las Naciones Unidas, por un período de cinco años, pulseada que ganó el portugués António Guterres, quien asumió la titularidad el organismo internacional el 13 de octubre pasado.
El sucesor de Malcorra conoce desde hace muchos años el Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, ya que fue vicecanciller durante la gestión de Carlos Ruckauf, quien lo reemplazó en agosto de 2002 a raíz del escándalo de las cuentas en Suiza del ex presidente Carlos Menem. De acuerdo con una nota publicada por el diario Clarín el 16 de agosto de 2002, Jorge Faurie, quien había sido director de Ceremonial de la Provincia de Buenos Aires, estando en la Cancillería, le había renovado el pasaporte diplomático a su amigo, socio y secretario de Menem, Ramón Hernández. "Ese tipo de pasaportes permite pasar las aduanas sin control en los aeropuertos del mundo, y Hernández no lo devolvió", subrayaba Clarín en aquella oportunidad.
"El número dos de Carlos Ruckauf -continuaba el matutino- todavía hoy es socio en Costes S.R.L., de Hernández, quien tiene domicilio legal en el Alvear Palace Hotel". El propósito de la sociedad no era otro que instalar un restaurante mexicano en el paquetísimo salón Tattersall del hipódromo de Palermo.