La Universidad Nacional de Lanús (UNLa) lanzó un “Espacio de Escucha” para el acompañamiento y la orientación en salud mental de la comunidad universitaria. La iniciativa, pionera en su tipo, apunta a contribuir al bienestar emocional, tanto para una mejor permanencia dentro del sistema universitario como para el desarrollo óptimo de la trayectoria académica de los estudiantes.
El aislamiento social decretado para evitar el contagio de COVID-19 ha visibilizado que muchas personas son vulnerables a sufrir padecimientos psíquicos que van desde síntomas aislados hasta el desarrollo de alteraciones como insomnio, ansiedad y trastorno por estrés postraumático. En este marco, surgió esta iniciativa de la UNLa conformada por un equipo de profesionales en Trabajo Social y Salud Mental, que fue aprobada por la Resolución 242/2021 del Consejo Superior de la universidad.
“Durante el 2021, viendo el deterioro generalizado de la salud mental durante la pandemia, empezamos a pensar una estrategia de intervención. Junto con el Departamento de Salud Comunitaria y el equipo del Doctorado en Salud Mental trabajamos con el objetivo de constituir este espacio para favorecer instancias de escucha, diálogo, orientación y acompañamiento, que promueva el bienestar en general y la salud mental en particular”, puntulizó Santiago Goyer, director de Bienestar Universitario, en conversación con el Suplemento Universidad.
El protocolo de esta iniciativa de acompañamiento institucional consta de una primera entrevista a cargo de un profesional en Trabajo Social como respuesta a la demanda espontánea por parte de integrantes de la comunidad universitaria o ante la sugerencia de intervención de docentes, no docentes o directivos. A partir de allí, se hace un seguimiento del caso desde la Dirección de Bienestar Universitario. En el proceso de acompañamiento, el equipo interviniente decidirá si es necesario un informe socioambiental y, de ser pertinente, se realiza en la casa de la o el estudiante.
La intervención finaliza cuando la persona lo requiera por considerar suficiente la respuesta brindada por el Espacio de Escucha y el Programa de Salud Mental o por la preferencia de continuar un tratamiento en una institución especializada.
El espacio, además, busca promover canales y actividades relacionados con la prevención en salud mental “dado que los padecimientos psíquicos, sentimientos de angustia y depresión pueden provocar el deterioro del desempeño académico, la prolongación del proyecto de estudio o el abandono de éste”, remarcaron los autores de la iniciativa.
Goyer precisó que este espacio no constituye algo similar al Gabinete Psicopedagógico de las escuelas, sino que “está pensado como un espacio para las y los estudiantes que estén atravesando un padecimiento psíquico, que no posean una red de contención ya sea desde la familia o los amigos y que no estén bajo ningún tipo de tratamiento”.
“Nuestra expectativa es que encuentren en la universidad un espacio en donde van a ser escuchados y, en caso de que lo amerite, ser acompañados”, destacó el director, quien precisó que hasta el momento realizaron 40 consultas y concertamos cerca de ocho entrevistas.