La inflación semanal en la segunda semana de marzo fue de 2,9 por ciento y superó ampliamente el valor de la semana anterior que habia sido del 1,1 por ciento. En cuanto a la variación mensual, se regista un 3,6 por ciento y así una suba notoria con respecto al dato de la semana anterior que fue del 3,1 por ciento, según el índice de precios del Centro de Estudios Economicos y Sociales Scalabrini Ortiz (IPC-CESO).

Este aumento semanal es el más alto desde octubre del 2020 y está concentrado principalmente en la región Patagonia, mientras que el resto del país registra aumentos menores, cercanos a los que se venían dando (alrededor del 1 por ciento).

Los productos de Climatización (14,9 por ciento) lideran la suba semanal junto con Pañales (10,4 por ciento). Los derivados del trigo variaron fuertemente producto de los precios internacionales: Fideos Secos (9,2 por ciento) en la última semana y (7,4 por ciento) mensual; las Harinas aumentaron un 5,6 por ciento semanal y un 7 por ciento mensual. 

Durante la última semana, los rubros con las variaciones más significativas están caracterizados por: Alimentos Secos (2,5 por ciento), Alimentos Frescos (1,4 por ciento), Bebidas (1,2 por ciento) y Textil (1,2 por ciento). Al observar los productos que más variaron dentro de cada rubro se encuentra que en Alimentos Frescos fueron: Huevos (4,6 por ciento), Carnes (2,1 por ciento) y Pastas y Masas (2,1 por ciento) y Fiambres (2 por ciento). En Alimentos Secos: Golosinas (10,9 por ciento), Galletitas (7,4 por ciento), Alimentos para preparar (2,9 por ciento) y Cereales (2,9 por ciento).

Por otro lado, según el relevamiento efectuado por la entidad en supermercados y negocios barriales de la ciudad de Buenos Aires que dirige Héctor Polino, el precio de los 21 productos de la llamada “canasta básica de alimentos” tuvo un aumento del 2,74 por ciento durante la primera quincena de marzo. Desde el primero de enero la suma acumulada es del 12,55 por ciento.

Las dos primeras semanas de marzo dejan un piso alto para un mes clave por la incidencia que tiene en las paritarias que empiezan a definirse.